La situación por el coronavirus en la región va “a escalar y empeorar, antes que mejorar, así como ha sucedido en otras regiones del mundo”, ha dicho la directora de la OPS, Carissa F. Etienne.

En América Latina y el Caribe sigue en aumento el número de contagios y muertos por la pandemia del coronavirus, que llegó a esta región el 26 de febrero, con el primer caso registrado en Brasil.

A la fecha, el gigante sudamericano sigue siendo el país más afectado, con 240 y 6.836 contagiados, según cifras aportadas por el Ministerio de Salud.

En número de contagios, en segundo lugar está Chile, donde se han registrado 3.031 infectados y 16 fallecidos.

Aunque las cifras oficiales dan cuenta de menos contagiados que en Chile, Ecuador tiene 2.748 casos y ocupa el segundo lugar en número de muertos. Hasta la mañana de este primer día de abril, el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias de este país contabilizaba 93 fallecidos.

Alerta de la OPS

Sin embargo, esta pandemia en la región no ha hecho más que empezar, según alerta la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La directora de la OPS, Carissa F. Etienne, advirtió, durante una conferencia de prensa este martes, que la situación por el coronavirus en la región va “a escalar y empeorar, antes que mejorar, así como ha sucedido en otras regiones del mundo”.

Señaló que el pico de contagios llegará, apenas, “en uno o dos meses”. Ante ello, mencionó que aún hay un corto período para “desacelerar la propagación del virus, reducir el impacto en los sistemas de salud y salvar vidas”.

Los países de la región deben tomar medidas urgentes para preparar los hospitales y centros de salud para lo que viene: una afluencia de pacientes con la covid-19 que necesitarán espacio hospitalario, camas, profesionales de salud y equipos médicos. Este virus no ha sido ni será detenido por las fronteras trazadas en los mapas”, enfatizó.

Instó, además, a proteger al personal de salud “como nunca antes”. “Es nuestro deber protegerlos y cuidarlos, ya que estarán en la primera línea de esta batalla”, puntualizó.

Reconoció las medidas que han tomado algunos países para mantener el “distanciamiento” entre las personas y frenar la propagación del virus; sin embargo, advirtió que deberán considerar alargar estas acciones.

“Parece razonable planificar estas medidas para que duren dos o tres meses al menos“, dijo Etienne, al considerar la experiencia de otras regiones donde ha estado presente el virus.

Cuarentenas para frenar el coronavirus

En todos los países de la región, la curva que grafica el número de casos de coronavirus se mantiene en alza, ninguno, de momento, avizora una fecha para el pico de la pandemia en sus territorios.

Las medidas de confinamiento, por ahora, solo están planificadas hasta abril; aunque en algunos casos, como Colombia y Ecuador, ya han anunciado que el levantamiento dependerá de los resultados obtenidos hasta la fecha pautada.

Actualmente rigen medidas de confinamiento total en Argentina, El Salvador, Perú, Ecuador, Colombia, Honduras, Panamá, Venezuela, Paraguay, entre otros.

En Chile, el confinamiento solo rige para siete comunas de la Región Metropolitana de Santiago: Vitacura, Lo Barnechea, Providencia, Ñuñoa, Las Condes, Independencia y Santiago.

En México, recién este martes 31 de marzo, el Gobierno decretó la emergencia nacional, que incluye la suspensión hasta el 30 de abril de las actividades no esenciales en el sector público y privado, prohibición de reuniones de más de 50 personas y resguardo domiciliario voluntario.

Entretanto, en Brasil, el presidente Jair Bolsonaro se mantiene renuente a declarar el confinamiento obligatorio a nivel nacional. Las medidas las han decidido los gobernantes locales.

Atención a familias pobres

En los países de América Latina y el Caribe, cuya tasa regional de pobreza es 30,1 % (185 millones de personas) y la de pobreza extrema 10,7 % (66 millones de personas), según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), no es tan fácil para muchas familias acatar la cuarentena. Por ello, algunos de los gobiernos que han decretado confinamientos en sus países anunciaron asistencia monetaria y de suministros para hogares de bajos recursos económicos.

  • En Ecuador, el Gobierno nacional anunció un bono de 60 dólares para alrededor de 400.000 familias, que se pagarán en abril y mayo.
  • En Perú, habrá dos bonos de 380 soles (110 dólares), que serán entregados a unas 2.700.000 familias.
  • En El Salvador se dispuso la entrega de 300 dólares para 1.500.000 familias, aproximadamente.
  • En Argentina, hay un bono único de 10.000 pesos (155 dólares) para trabajadores informales y personas desempleadas.
  • Paraguay aumentó el monto de subsidios para familias vulnerables.
  • En Colombia, el Gobierno central anunció la entrega de 160.000 pesos (40 dólares) para unas 3 millones de familias. Mientras, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, informó sobre un “auxilio para comida” para alrededor de 500.000 familias.
  • Honduras proporcionará ayuda alimentaria a 800.000 familias.

¿Es suficiente con el aislamiento?

Este lunes, Michael Ryan, director del programa de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió a Italia y España, los países de Europa más afectados por el coronavirus, que el confinamiento no es suficiente para bajar la curva de casos.

“Todo el mundo habla de la curva ascendente y de estabilización. La pregunta es cómo bajar la curva. Y bajar la curva no es solo el confinamiento y ya. Para reducir los números, hay que duplicar los esfuerzos de los sistemas de salud”, dijo.

Situación que aplica para América Latina, en cuyos países el personal de salud ha denunciado la falta de implementos de seguridad (como los trajes de bioseguridad) para protegerse del virus, que ha provocado que muchos de ellos terminen contagiados y deban someterse a cuarentena. En México, Ecuador, Colombia, Honduras, estos trabajadores se han alzado en protesta para exigir mejores condiciones laborales ante la pandemia.

También ha sido evidente la falta de pruebas, que ha ralentizado el diagnóstico en cientos de personas que están contagiadas, con o sin síntomas.

En Ecuador, por ejemplo, desde el primer caso anunciado el 29 de febrero, se han realizado, hasta este primer día de abril, 8.747 pruebas; en Panamá, apenas 6.944 y en Uruguay 3.819. 

Perú, que está entre los países que más pruebas ha hecho, hasta este martes 31 de marzo había practicado 14.463 test.

Ecuador, el caso más sonado de la región

El caso ecuatoriano ha sido uno de los que más relevancia ha tomado en la región, por el creciente número de casos y las denuncias que funcionarios locales, médicos y familiares de personas contagiadas han hecho públicas.

Incluso el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se ha hecho eco de las denuncias, para alertar sobre los resultados que dejará la pandemia en la región.

En Ecuador está vigente un “estado de excepción” decretado por el presidente Lenín Moreno. Esa medida incluye un toque de queda, que rige desde las 14:00 horas hasta las 05:00 del siguiente día.

En las horas permitidas para salir, solo se puede hacer la compra de alimentos y medicinas. La movilización vehicular también está restringida. De acuerdo al último número de la placa, los ciudadanos pueden salir en sus autos dos días a la semana y solo en el horario que no rige el toque de queda.

Entre las medidas, también está la prohibición de reuniones, que incluye los actos religiosos y velorios en todo el país.

Pero realmente la alarma se encendió debido a la cantidad de muertos que se han registrado en Guayaquil, la urbe que se convirtió en el epicentro de la pandemia en Ecuador, y que, debido a las medidas de confinamiento, los familiares han tenido que mantener a los cadáveres por días en sus domicilios, a la espera de las autoridades, que ya no se dan abasto.

“No van a recoger los cadáveres de personas que por covid-19 o por cualquier otra razón han fallecido en sus casas. Sus familiares están desesperados. Los dejan en las calles, en las veredas, abandonados en sus casas”, denunció la alcaldesa de Guayaquil, Cynthia Viteri.

Según la cifra oficial, son 93 muertos por coronavirus en el país, y la mayoría de los decesos se registró en Guayaquil. Sin embargo, esta semana la Policía Nacional informó que del 23 al 30 de marzo, solo en Guayaquil, recogieron 308 cadáveres en domicilios, aunque las autoridades aseguran que el grueso de los fallecidos no fue por consecuencia del virus. 

Familiares han denunciado que muchos han muerto con síntomas de la covid-19, pero que nunca fueron atendidos en los centros hospitalarios, ni se les realizó la prueba. Por ello, de momento, no entran en las estadísticas de la pandemia.

Muchos, ante la falta de respuesta de las autoridades para la recolección, han optado por dejar los cadáveres en las calles, aceras, esquinas y cerca de los centros hospitalarios.

Esta semana, el presidente Moreno asignó la tarea de encargarse de los fallecidos a Jorge Wated, presidente del directorio de BanEcuador, quien prometió que agilizaría el proceso para retirar los cuerpos de los domicilios, aunque se mantiene la opción de llamar al ECU911 para hacer la solicitud, servicio del que tanto se han quejado los ciudadanos. Además, dijo que autorizaron a las funerarias para que trabajen más allá del horario del toque de queda, sin necesidad de salvoconducto.

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