Compromisos en bonos pasaron de US$10,004.4 millones a US$16,568.7 millones en 12 meses.

La deuda del sector público no financiero (SPNF) ha bajado su ponderación respecto al producto interno bruto (PIB) en los últimos 12 meses. Los datos de Crédito Público establecen que esta reducción ha sido de 0.7 puntos porcentuales. Sin embargo, cuando se compara su comportamiento en este período surge una verdad irrefutable: el aumento neto ha sido de US$2,998.9 millones, al pasar de US$31,400.2 millones a US$34,399.1 millones.

Hay más de una variable a tomar en cuenta respecto al endeudamiento público. La primera tiene que ver con que el perfil de la deuda no sólo ha cambiado desde el punto de vista de los acreedores, porque ahora el país acude a los mercados de capitales a financiarse, sino que la demanda de quienes buscan los bonos soberanos supera la oferta del país para saciar la necesidad de recursos. Los organismos multilaterales, al parecer, han dejado de ser la opción de financiamiento del país. La deuda con estas instituciones es de sólo US$4,614.6 millones.

¿Qué quiere decir? Qué hay mucha liquidez esperando las emisiones de deuda porque República Dominicana es cumplidora de sus compromisos financieros. El tiempo de madurez, es decir, los límites de vencimiento de los compromisos con los tenedores, se ha extendido, lo que afloja la presión por lo menos en el corto y mediano plazos.

Este apetito en los mercados de capitales por los bonos dominicanos, sin embargo, se da en un contexto en que el país, incluso, está muy cerca de la línea de riesgo, pues según la tabla que tienen Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch Ratings, las tres principales firmas calificadoras, la deuda dominicana está en riesgo alto.

¿Cómo se sabe? Las calificaciones entre AAA y BBB-, en las que se incluyen Aa1 y AA; Aa2 y AA-; A2 y A-; Baa1 y BBB, indican que hay un grado de inversión, es decir, una muy alta capacidad de pago de capital e intereses. En este caso los factores de riesgo son inexistentes. Empero, ninguna de las emisiones soberanas en el mercado externo está en esta categoría.

En julio de 2018, el Gobierno dominicano colocó bonos soberanos en el mercado internacional de capitales por un monto de US$1,300 millones en un bono a 10 años a una tasa de rendimiento de 6.0%. Como era de esperarse, la demanda total fue muy superior al monto ofertado por el país, pese a la volatilidad que en ese momento caracterizaba a los mercados financieros internacionales.

Oferta y demanda

Según Hacienda, cerca de 200 cuentas de inversionistas de todo el mundo demandaron el bono en dólares, por el cual se recibió una demanda de aproximadamente US$3,500 millones, alrededor de 2.7 veces el monto de la emisión, reflejando un interés considerable para bonos de un país con calificación soberana Ba3/BB-/BB-.

En febrero, también de 2018, el país hizo historia en el mercado de capitales al colocar, por primera vez en el mercado de Nueva York, un bono denominado en moneda local a cinco años por RD$40,000 millones (US$822 millones), y uno en dólar estadounidense a 30 años por US$1,000 millones. La calificación también fue de Ba3/BB-/BB-, a 8.90% para los bonos en pesos y a la 6.50% para la colocación dólares.

Igual que en otras oportunidades, la demanda fue dos veces superior al monto colocado en peso, es decir, de RD$80,000 millones, y más de dos veces la oferta en dólares, llegando a US$2,100 millones. En julio de 2017 la agencia calificadora de riesgo-país Moody’s mejoró la calificación de largo plazo de República Dominicana a Ba3, desde el nivel de B1 en que se encontraba desde 2010. La firma justificó su decisión en el continuo crecimiento económico, la reducción del déficit fiscal observado en los últimos cuatro años y la reducción de las vulnerabilidades externas.

Según Moody’s, los porcentajes de la deuda pública sobre el PIB en República Dominicana han sido inferiores a los de sus pares en la categoría “B” durante la última década, y por debajo de la media de los países “Ba3” desde 2014, y esperaba que, en los próximos años, su ritmo de crecimiento sea limitado.

¿Por qué se endeuda República Dominicana? Aunque el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), Juan Ariel Jiménez, sostiene que el Gobierno “no se está endeudando para pagar intereses”, la verdad es que esa es una de las tres razones para acudir al mercado de capitales a emitir deuda. Las otras dos están relacionadas con la cobertura del déficit fiscal, producto de que los gastos superan los ingresos, y el cuasifiscal del Banco Central generado por los intereses de los títulos que emite como parte de su política monetaria y, por supuesto, los efectos de la crisis financiera de 2003.

¿Quiénes y por qué reconocen a un país por ser el “Emisor Soberano del Año”? La respuesta está en el monto emitido. Entre 2016 y agosto de 2019 la deuda externa en bonos pasó de US$10,0004.4 millones a US$16,568.7 millones, un aumento neto de US$6,564.3 millones, lo que equivale a un incremento relativo de un 65.4% en este período. Cuando se suman los US$7,896.4 millones de bonos internos, según el cierre a agosto de este año, el monto global sube a US$34,399.1 millones, es decir, un 71.1% de la deuda del SPNF.

Latin Finance, publicación financiera considerada líder de los mercados financieros, premia las mejores transacciones financieras cada año. Justo en enero de 2016, luego de colocaciones de bonos soberanos en los mercados de capitales para saldar los compromisos de PetroCaribe en 2015, República Dominicana recibió un primer reconocimiento de esta publicación. Los recursos captados sirvieron para el pago anticipado de la deuda con Venezuela contraída a través de este acuerdo.

La segunda vez que esta revista toma en cuenta al país en su premiación fue por las emisiones realizadas en febrero y julio de 2018, a propósito de la colocación de bonos en dólares estadounidenses, con un plazo de 30 años a una tasa de interés del 6.5% (la más baja del país para ese plazo), por un monto de US$1,000 millones, y bonos en pesos por RD$40,000 millones, a cinco años y una tasa del 8.9%.

La publicación valoró que esta combinación permitió una gestión efectiva del financiamiento del Gobierno, en términos de costos y riesgos, al lograr que la tasa de interés promedio ponderada del portafolio se mantuviese estable. A la vez, indicó, se redujo el riesgo de refinanciamiento, al incrementar la vida promedio del portafolio de 9.0 a 9.6 años, y mitigó el riesgo de tipo de cambio al contemplar una proporción del financiamiento en moneda local.

Ejecución del plan de financiamiento para 2019

En mayo de este año el país hizo su más reciente colocación de bonos en el mercado de capitales. El monto fue por US$2,500 millones, divido en un bono denominado en moneda local a siete años por RD$50,523 millones (US$1,000 millones), y uno en dólar estadounidense a 30 años por US$1,500 millones.

Según explicó el Ministerio de Hacienda, la colocación es parte del Plan de Financiamiento de 2019, consignado en la Ley 61-18 del Presupuesto del Estado para 2019, así como en la Ley 64-18 de Valores de Deuda Pública. Los recursos recibidos por esta colocación permitirán el cumplimiento del plan de inversión del año y hacer frente a las obligaciones del Gobierno.

La emisión del bono en peso dominicano va en línea con la estrategia del Gobierno dominicano de continuar reduciendo la exposición a la variación cambiaria, y de extender los plazos de vencimiento de la deuda. La amplia demanda recibida por este instrumento, según las autoridades, permitió la colocación de un monto y plazo mayor que la primera emisión en pesos dominicanos realizada en el mercado internacional en febrero de 2018 por RD$40,000 millones a cinco años, evidenciando la confianza de los inversionistas en el crecimiento económico y la estabilidad de la moneda dominicana. La colocación se realizó a una tasa de interés o cupón de 9.75%.

La emisión a 30 años por US$1,500 millones se realizó a una tasa de interés de 6.492%, la más baja emitida por el país para este plazo, lo cual, establece el comunicado, constituye otro reflejo importante de la convicción que tienen los inversionistas en el futuro de la economía dominicana.

Las condiciones obtenidas en estas transacciones permitirán extender el plazo promedio de vencimiento de la deuda de nueve a 10 años, lo que reduce el riesgo de refinanciamiento de la deuda, a la vez que se mitiga el riesgo de tipo de cambio al contemplar una proporción en moneda local, y mantiene los niveles de tasas de interés promedio del portafolio.

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Por El Dinero