A través del canal 9, son dos horas llenas de emociones, lágrimas, experiencias y exposición de talento que genera una conexión palpable entre los presentes y los televidentes que siguen este programa.
Santo Domingo.-Al llegar a los estudios de Color Visión, donde se origina el programa de temporada “Pequeños grandes talentos”, se siente de inmediato la magia de la televisión real, de esa que se veía en familia años atrás. Pero vivirlo es, sin duda, otro nivel de sentimientos y sensaciones.
Entrar al estudio, quizás no tan grande como se imagina a través de la pantalla, y saber que allí se realizará el programa en vivo, genera una conexión palpable: nervios y ganas de presentarse en cada niño presente, acompañado por sus padres.
Periodistas de Listín Diario estuvieron el pasado domingo en los estudios del canal 9 y vieron cómo cada uno con talentos y vidas diferentes hace sentir a los presentes afortunados de estar ahí.
Los minutos pasan, y la producción, Iván Ruiz y todo el equipo preparan lo que serán dos horas y media de un programa que a todos los presentes les llena de emoción cada domingo.
El equipo de producción está compuesto por jóvenes con ganas de hacer las cosas bien. La comunicación entre ellos, la complicidad, el compañerismo y, sobre todo, el respeto en cada una de sus funciones, son valores dignos de aplauso.
En el set destaca Laila Taveras, una joven que ha crecido en los medios, a quien se percibe como una profesional proactiva y competente.
A las 12:00 del mediodía, con el equipo listo para iniciar la transmisión en vivo y una ligera tensión en el ambiente, el programa arranca en el canal 9.
Una oración a cargo de los niños, los verdaderos protagonistas, da inicio de la mejor manera posible, con la adoración a Dios.
Luego, iniciaron dos horas llenas de emociones, lágrimas, sueños cumplidos y llamadas en vivo con padres que viven fuera del país.
El programa también incluye la entrega de una beca de estudios artísticos y la movilización de parte del equipo de comunicaciones de la Policía Nacional Dominicana para cumplir el sueño de Sarahy Echavarría, quien anhela ser una “mujer policía”.

INSPIRACIÓN
Es imprescindible destacar el desenvolvimiento de los niños. El pasado domingo, a Zaraliz se le vio brillar con luz propia, con un dominio impresionante de las cámaras, las luces y todo a su alrededor, sin perder su inocencia infantil.
Durante el transcurso, cada uno de los gestores de la producción se preocupó por el éxito del show. En la primera pausa comercial, ocurrió un error mínimo, casi imperceptible para las cámaras. La reacción de Iván Ruiz, al reunirlos y motivarlos a mejorar para la vuelta al aire fue digna de admiración.
Al final de la emisión del pasado domingo, tras la participación de los concursantes, hubo una presentación que capturó por completo la atención: la de John Wayne con su pequeña Lisbeth, quien tiene síndrome de autismo, en el contexto de padres presentes. Un momento que definitivamente marca la diferencia en la crianza y desarrollo de estos niños.
Las preguntas surgen solas. ¿Qué le motivó a crear este programa con niños y a destacar el talento dominicano? Iván Ruiz responde sin dudar: “Dios me motivó, sin duda. Esto fue una iluminación de Dios. Cuando vi a esa niña clarita interpretando una canción, inmediatamente se encendió esa chispa. Al ver que no había ventanas abiertas al talento infantil, al talento de los niños, dije: – esta es la oportunidad”. Reconoce que fue difícil al principio y lo sigue siendo por el poco apoyo.
“Hablamos tanto de que los niños son el futuro, de la juventud, sin embargo, tengo que confesar que el apoyo no ha sido lo que uno espera, a pesar del impacto social y de los altos ratings. Estamos liderando la franja horaria en ratings, y esto es importantísimo, porque no deja de ser una parte comercial para que pueda sustentarse. Sale costoso, y nosotros tenemos que asumir muchas cosas, y lo hacemos con todo el corazón”, manifestó Ruiz.

MENSAJE
Estar en televisión tiene un costo muy alto, pero los resultados lo valen. Al preguntarle sobre el mensaje especial del programa de ese día para los padres, Iván enfatiza: “Transmitir un mensaje implícito a los papás presentes y a los que no estén muy presentes para que reaccionen, que luego puede ser muy tarde. Tenemos que estar muy alerta, sobre todo hoy día, donde nuestros hijos pequeños tienen acceso a multiplataformas, y no todas con el mensaje adecuado en función de la edad.”
“Los padres tenemos que estar más presentes que nunca. No dejar, por comodidad, que un dispositivo los entretenga o los distraiga” porque eso puede resultar costoso”, expresó.
De alguna manera, este programa lo que hizo fue eso, por eso ‘Papás Presentes’, no ‘Día del Padre’, sino ‘Papás Presentes’. Es poner énfasis en esa parte y buscar la conexión emocional que realmente despierte el interés de la gente”