Hato Mayor. – La tranquilidad ha regresado a las noches y al día de los hatomayorenses. La población afirma que, tras la llegada del coronel Robert de Jesús Abreu, las carreras clandestinas de motores y el ruido ensordecedor se han reducido en más de un 90 por ciento. Este logro es algo que los ciudadanos aseguran valorar como parte de una gran gestión.

Durante años, las calles se convirtieron en pistas improvisadas. Grupos de motoristas arriesgaban sus vidas y las de los demás en carreras ilegales. Estas carreras mantenían en vilo a comunidades enteras. A esto se sumaba el incesante ruido de motores alterados, que perturbaba las noches. Esto impedía el descanso de cientos de familias. Además, había “teteos” que se extendían por distintos barrios, pero aseguran que ahora están más controlados.

“Bueno, yo lo veo bien por el coronel. Aquí en Hato Mayor no había venido un coronel como este, el mejor. Yo quisiera que nunca se fuera de este pueblo, es el mejor que ha pasado por aquí porque no es político”, expresó un residente asegurando la gestión del coronel.

Aplicación firme de la ley

La policía ha incautado decenas de motocicletas utilizadas en estas prácticas. Estas acciones alteraban el orden público y aseguran que la gestión de la policía ha sido efectiva. Los responsables han sido sometidos a la justicia o advertidos de manera formal. El coronel Abreu ha puesto en marcha un plan de seguridad ciudadana que prioriza la prevención. Además, asegura la aplicación firme de la ley.

“La policía está haciendo su trabajo bien hecho, apoyamos al coronel nuevo porque está acabando con los delincuentes. Todo ese abullo se ha eliminado, gracias a Dios. Este coronel deben dejarlo aquí hasta que esté vivo, porque ahora los mayores podemos dormir tranquilos”, expresó otro comunitario.

Los habitantes aseguran que estas medidas no solo han devuelto la calma. También han reducido los riesgos de accidentes y la incidencia de puntos de drogas.

“Ha desbaratado aquí más de 20 puntos de droga, los ‘pincheros’ no dejaban dormir a ninguna hora y ahora uno está en paz”, agregó un vecino.

Con estas acciones, Hato Mayor se convierte en un ejemplo. Muestra cómo la disciplina policial y la voluntad de las autoridades pueden transformar la calidad de vida de una comunidad, algo que aseguran gestionar con éxito.

Por: Honatan Caraballo

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