La cantidad de energía comprada es hoy 30% más que en 2019, pero gasto en subsidio es 115% superior en la actualidad.
La situación del sector eléctrico dominicano apunta a ir de mal en peor. No solo es por la coyuntura actual de ocurrencia de apagones con más frecuencia y extensión que en meses pasados; es por el hecho de que el costo de ese servicio aumenta en una proporción mucho mayor que el incremento de la oferta con base a los niveles de demanda de generación.
Eso se pone de manifiesto en el suministro de electricidad. Las autoridades aseguran que en la actualidad la cantidad de energía suministrada es superior a la que se suministraba en 2019, antes de la pandemia del covid-19 y en la gestión gubernamental anterior.
Incluso, el presidente Luis Abinader, en respuesta a una pregunta del periodista Dany Alcántara, afirmó el 1 de septiembre en LA Semanal: “Cuando nosotros llegamos al Gobierno. Esto lo he mencionado y lo quiero repetir, el pico de energía era de unos 2,740 megavatios. Hoy es de 4,100 megas. Hemos podido satisfacer, especialmente muchas con renovables. Por eso no hay déficit durante el día”.
Esa diferencia en la demanda de energía abastecida implica un aumento de 49.6% ahora sobre lo que se demandaba en 2019-2020. Sin embargo, las estadísticas del Ministerio de Energía y Minas (MEM) indican que en 2024 la compra de energía para abastecer la demanda por parte de las empresas distribuidoras de electricidad Edenorte, Edesur y EdeEste (EDE) fue de 20,391 gigavatios (Gwh). Esto es un 30% más que en 2020, cuando la compra de energía de las EDE fue de 15,674 Gwh, y un 34.5% más que en 2019.
Incluso, si se toma como referencia la energía comprada en los primeros cinco meses de este año en comparación con los primeros cinco meses de 2020, se tiene que el incremento a la fecha es de un 20.9%, no de un 49.6%. La razón es que el presidente Abinader se refiere a consumos “pico”, no a la demanda regular constante, que, si bien ha aumentado, no es en esa proporción.
Costo para el Estado
Pero las cifras oficiales también ponen de manifiesto que el costo para el Estado, en aportes para subsidiar el déficit de las EDE ha sudo proporcionalmente mayor al costo y la cantidad de energía comprada el año pasado en comparación con la que se compró en 2019 o 2020.
Los informes del MEM indican que en 2019 el Gobierno gastó en subsidio al déficit de las EDE US$728.1 millones, mientras que para el 2024 el aporte fue de US$1,554.6 millones. Eso indica un incremento de un 113.5%, muy por encima del 34.5% en que aumentó la cantidad de energía comprada en 2019 o del 30% en comparación con la de 2020, o del 49.6% a que hacen referencia las autoridades sobre el incremento de la demanda pico desde esos años a la fecha.
Incluso, si se compara el subsidio de 2024 con el de 2020, el incremento es de un 168.6%, debido a que en el año de la pandemia el subsidio fue menor que en 2019, con un aporte de US$578.6 millones, lo cual pone más de manifiesto que el costo de la energía servida actualmente no se justifica.
Precio de compra
Se pudiera argumentar que el incremento del subsidio es por factores externos como el incremento de los precios de los combustibles de generación, y que eso se refleja en la necesidad de más dinero para la compra por parte de las EDE.
Pues resulta que, si bien el precio de compra de energía se ha incrementado, la realidad es que la diferencia no justifica el costo del Estado en subsidio para mantener un servicio que actualmente se nota más deficiente que en el pasado, ya que la combinación de precios y cantidad de energía comprada en los períodos comparados, tomando en cuenta los valores de cada momento, demuestran la deficiencia administrativa.
De acuerdo con las estadísticas oficiales publicadas por el MEM, en 2024 las EDE compraron energía a un precio promedio de 15.10 centavos de dólar por kilovatio hora (USc/Kwh), mientras que en 2019 el precio al que compraron las EDE fue de 12.89 USc/Kwh.
Entonces, si se multiplica la cantidad de energía comprada en 2019 por el precio de venta de ese año y se hace lo mismo con los indicadores de 2024, se tiene que el incremento en costo, junto a la cantidad de generación comprada, es de un 57.6%, es decir, apenas la mitad de la proporción de 113.5% en que creció el gasto en subsidio eléctrico por parte del Estado.
Esas cifras dejan ver que el elevado costo que representa para el Estado el subsidio al sector eléctrico no se debe específicamente a factores de precios de generación y de aumento de la oferta, sino a otros elementos vinculados con la operatividad y gestión de las EDE en los últimos cinco años, provocando que el precio del déficit en millones de dólares se haya triplicado en promedio anual.
La prueba está en los números
En 2019 las EDE facturaban el 73% de la energía que compraban, para una pérdida irrecuperable de un 27%, y de esa cantidad facturada cobraban el 96.4%, para una pérdida total acumulada de 30.6%.
En tanto que, para el 2024, las EDE facturaban el 61.9% de la energía que compraban, para una pérdida irrecuperable de un 38.1%, y de esa cantidad facturada cobraban el 94.2%, para una pérdida total acumulada de 43.9% (actualmente es mayor).
Eso, a pesar de que, a partir del año 2021 la tarifa eléctrica fue aumentada en una proporción que rondó el 22% en promedio, es decir, que las EDE venden la energía más cara desde esa fecha y aun así, sus pérdidas han aumentado y la proporción de su déficit es mucho mayor que el impacto de la relación aumento de costos y de suministro de energía.