Varios médicos denunciaron que la niña fue implantada a instancias de su madre con un tubo de alimentación y usaba aparatos ortopédicos que no necesitaba.

La estadounidense Sophie Hartman, de 31 años, enfrenta cargos por “abuso médico infantil” después de supuestamente fingir la enfermedad de su hija adoptiva y obligar a la niña, ahora de seis años, a someterse a más de 500 citas médicas y tratamientos innecesarios.

Hartman aseguraba que su hija, procedente de Zambia, padecía una rara enfermedad neurológica llamada hemiplejía alterna de la infancia y la llevaba a ver médicos desde que tenía alrededor de dos años. 

Varios médicos denunciaron que la mujer sometió a la pequeña a lo que denominaron un “procedimiento médico innecesario” con un tubo de alimentación implantado quirúrgicamente. La niña también tenía aparatos ortopédicos para las piernas y una silla de ruedas a pesar de que los doctores le dijeron a su madre que eran innecesarios, según documentos judiciales citados por la cadena Q13 FOX.

“Esta situación es un caso de abuso médico infantil”, dijeron los facultativos en un informe revisado y firmado por el director médico del Hospital Infantil de Seattle, que fue enviado al Departamento de Niños, Jóvenes y Familias del Estado de Washington en febrero de este año. El departamento remitió el caso a la Policía de la ciudad de Renton, que lanzó una investigación.

A pesar de que la niña había sido diagnosticada con el raro trastorno neurológico, proveedores médicos dijeron a los investigadores que el diagnóstico se basó en los datos que les había dado Hartman sobre los síntomas, los cuales no habían sido observados por nadie más que por la propia madre. Mientras, un doctor del Hospital Infantil de Seattle indicó a los detectives que los resultados médicos sugerían que la niña no padecía la enfermedad.

En marzo, la niña fue apartada del cuidado de su madre y fue puesta en observación en un hospital local durante 16 días. Según los documentos judiciales, en ese tiempo no se hallaron resultados o síntomas que respaldaran el diagnóstico anterior.

Mientras tanto, una declaración emitida por los abogados de Hartman afirma que la madre es “inocente de los cargos” de agresión a un niño en segundo grado y de intento de agresión que se le imputan.

“Estos cargos se basan en declaraciones falsas y tergiversaciones del historial médico. La niña fue evaluada y tratada por los médicos [del Centro Médico de la Universidad de Duke] durante tres años. Contrariamente a las acusaciones del fiscal del condado de King, el diagnóstico de la niña fue realizado por más de un médico y es legítimo”, sostienen los abogados, citando también al doctor Eli Newberger, con 40 años de experiencia, quien afirmó al fiscal que presentar cargos contra Hartman era un “error judicial”. 

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