Azua.-En la provincia de Azua, donde la carencia golpea con fuerza y las promesas oficiales no siempre llegan, una figura ha asumido el papel que muchos esperaban del Estado. Se trata del empresario Tilson Ramírez, mejor conocido como “Pequeño”, quien desde hace años ha mantenido un compromiso inquebrantable con los más necesitados.
Ante la ausencia del Plan Social de la Presidencia en la entrega de raciones alimenticias, ha optado por actuar: entregar órdenes de compra a decenas de familias humildes, así como cubrir recetas médicas a personas enfermas de escasos recursos.
Lejos de protagonismos, “Pequeño” ha hecho de la solidaridad una costumbre, recorre sectores vulnerables del municipio cabecera de Azua llevando ayuda concreta a quienes viven entre la necesidad y la resignación. Para muchas familias, esas órdenes de compra representan no solo alimento, sino también dignidad, alivio y esperanza. Son manos extendidas cuando más falta hacen.
“Pequeño no promete, cumple”, repiten quienes han recibido su ayuda. Y es que su corazón solidario parece tener memoria: recuerda muy bien lo que es no tener nada. Casi al borde de las lágrimas, el empresario confesó que viene de abajo, y por eso no puede voltear la cara ante el sufrimiento ajeno. “Yo sé lo que es acostarse sin cenar. Yo lo viví. Y mientras Dios me dé fuerza, seguiré ayudando”, expresó.
Ancianas con voz temblorosa y mirada agradecida contaron que la ayuda llegó justo cuando la alacena estaba vacía y la esperanza parecía apagada. “No teníamos ni sal. Ni pan. Y de repente apareció él, como un ángel”, dijo una de ellas. En cada entrega, no solo se distribuyen órdenes de compra; también se reparten abrazos, palabras de aliento y fe en que todavía hay gente buena.
