Cruceristas son clave para esta actividad, pero la informalidad es un reto; abogan por regulación y mayor apoyo.
En República Dominicana, los artesanos transforman materiales locales, muchos de ellos reciclados, en obras únicas que reflejan la identidad, el ingenio y la idiosincrasia del pueblo dominicano. Estas creaciones, que incluyen trajes de carnaval, joyería de ámbar y larimar, tallados, máscaras y muñecas sin rostro, no solo atraen a turistas y visitantes locales, sino que también impulsan el turismo cultural y sostenible.
Además, constituyen el sustento de cientos de familias en diversas regiones, que utilizan materiales como barro, maderas, fibras naturales, coco y piedras semipreciosas como “lienzos” para su arte.
La historia del artesano Ramón Guillén, reconocido en Yamasá, Monte Plata, como parte de “Los hermanos Guillén”, es un testimonio vivo de dedicación y compromiso con la cultura taína. Junto a su hermano Jesús, Guillén ha impulsado la preservación de esta herencia a través de réplicas de dioses y figuras devocionales de los primeros habitantes de las Antillas. Cofundador del taller “Cerámica Taína Hermanos Guillén” desde 1989, ha perfeccionado su técnica neotaína para innovar en mercados internacionales como España, Francia, Alemania y países del Caribe, así como mediante intercambios con colegas de Nicaragua y Guatemala.
Su producción anual de 60,000 piezas se vende mayormente (99%) en zonas turísticas, adaptándose a los gustos de diversos visitantes del mundo. “De cada 1,000 turistas, seis están comprando mi pieza”, señala, explicando que incluyen información en inglés, ruso, italiano, alemán y español.
“Hace más de 35 años, mi hermano Jesús y yo hicimos un curso para manejar el barro sin imaginar que nos convertiríamos en artesanos y alfareros especializados en el arte taíno. Dominamos la técnica base”, narra el maestro y empresario.
“Luego, pasé de alumno de ese centro a profesor y director, y finalmente renuncié para crear el taller, con el objetivo de resaltar el legado que dejaron los taínos a través del barro”, narra a elDinero el también exdirector de la recién derogada Dirección Nacional de Fomento y Desarrollo de la Artesanía (Fodearte).
Preferencia del turista
Explica que se involucra mucho con compradores y vendedores de artesanía para conocer qué busca cada turista. “No es lo mismo lo que te va a comprar un sueco o un finlandés que un italiano o un estadounidense”, afirma el alfarero, durante una visita a su taller.
Guillén enfatiza la dimensión cultural detrás de su trabajo. “Nosotros no solo vendemos artesanía. Vendemos cultura, el rescate de nuestra identidad, vendemos dominicanidad. El turista que compra una de esas piezas se lleva el objeto y una información étnica, etnológica y cultural. Se lleva una mitología que enseña cómo los taínos percibían el universo”.
Añade que la dominicanidad está profundamente ligada a los taínos, recordando que muchos ríos y provincias turísticas del país llevan nombres taínos.
Entre sus piezas taínas, las más adquiridas por los turistas son el “dios de la luna”, seguido del “dios del sol”. Guillén señala que las muñecas sin rostro son las preferidas por los visitantes locales porque representan la mezcla étnica dominicana, a diferencia de las piezas taínas, que tienen rasgos específicos.
Según el último censo de Fodearte, hay 1,697 artesanos registrados en el país, aunque Guillén estima que en realidad existen más de 20,000 artesanos activos, sin contar otras disciplinas como sastrería, máscaras de carnaval, cigarros y herrería. Asegura que esta actividad genera más de 40,000 empleos directos e indirectos.
Turismo cultural
Para el sociólogo y gestor cultural Roldán Mármol, la artesanía tiene un gran potencial para fomentar el turismo cultural. De hecho, sostiene que la mayor parte del consumo de artesanías proviene del turismo internacional.
“Lo primero que hacen los turistas cuando llegan a un país es tratar de conectar y llevarse una representación artesanal de la cultura que han visitado. Por lo tanto, es un medio sumamente importante que debe ser resaltado y apoyado”, subrayó Mármol, quien dirige la Fundación Cultural Cofradía.
La artesanía es una de las expresiones creativas más importantes de la identidad cultural de un país, pues refleja las características propias de cada provincia y territorio, según Roldán. Destacan desde los “santos de Bonao” y la cerámica taína de los hermanos Guillén en Yamasá, hasta el reciclaje y la recuperación de tradiciones en Cayuco, Miches.
Moca es reconocido por sus muñecas sin rostro, mientras que la joyería sobresale con el larimar y el ámbar. Además, materiales como la madera, la cepa de plátano y las semillas trabajadas en Salcedo y en el sur evidencian la diversidad del arte popular dominicano.
Tal es el caso de Pedro Méndez, un artesano con más de cinco décadas dedicadas a la enseñanza del arte y la talla en madera. Asimismo, es uno de los impulsores del “Grupo de Santos de Palo de Bonao”, una tradición religiosa de raíces españolas que refleja la devoción católica y constituye un pilar del turismo religioso en el país.
Entre sus creaciones más demandadas por los turistas destacan los santos de palo, los belenes y las piezas simbólicas que celebran la maternidad y el nacimiento del niño Jesús, las cuales atraen especialmente a visitantes en los meses previos a diciembre.
Méndez revela a elDinero que el interés por estas piezas ha crecido notablemente. “No sabíamos que había tantos coleccionistas de santos de palo y que la producción había cesado porque nadie los hacía. Al retomarlo, descubrimos un nicho de mercado”, afirma.
Destaca, además, la fascinación que sienten españoles y portugueses por estas artesanías, un hecho que ha comprobado en ferias internacionales donde ha sido invitado por el Gobierno. Para Méndez, este oficio, cuando se ejerce con organización, creatividad y disciplina, no solo preserva un alto valor cultural, sino que también resulta rentable.
Más allá del “sol y playa”
El economista Huáscar Jiménez, presidente ejecutivo del Centro de Estudios Turísticos y Desarrollo Local (Cetdel), coincide en que la artesanía aporta autenticidad y diferenciación al turismo dominicano. “Más allá del turismo de sol y playa, permite el desarrollo del turismo cultural, comunitario y experiencial.
Un turista puede aprender a tallar madera en Higüey, visitar talleres de larimar en Barahona o adquirir piezas de madera en Bonao o San Cristóbal. Estas experiencias enriquecen la oferta turística y fomentan un vínculo emocional con el destino en zonas menos explotadas”, señaló Jiménez a elDinero.
Subraya que, al incluir rutas artesanales, visitas a talleres y ferias temáticas, se atrae a un visitante que busca conexión con la identidad local y vivencias únicas.
Esto lo corrobora el artesano de madera José Damián Matías, presidente de la Unión de Artesanos y Artistas Plásticos de San Cristóbal, al enfatizar la trascendencia de la artesanía como pilar cultural para visitantes locales e internacionales.
“El dominicano consume la artesanía, especialmente la artesanía de añoranza y de conexión con nuestra cultura”, afirmó Matías, un artesano con tres décadas de experiencia.
Explica que “dominicano ausente” juega un papel clave en la adquisición de piezas, ya sea como obsequio o recuerdo personal.
Las cifras oficiales de 2024 revelan que 2.8 millones de dominicanos residen legalmente en el extranjero. De hecho, el 14.8% de los turistas que visitaron el país en fueron dominicanos no residentes, sumando 1.4 millones de los 9.5 millones de viajeros que arribaron por aeropuertos, según datos del Banco Central.
El artesano Guillén lo confirma: “Tenemos más de 10 millones de turistas que nos están visitando, y si cada turista gasta US$20 en artesanía o artículos de regalo, que no es nada, serían US$200 millones; y 200 millones de dólares por 60 que está el dólar son RD$12,000 millones, haciendo un cálculo muy por debajo, porque es muchísimo más de ahí”, proyecta, al indicar que equivale al doble del presupuesto de un ayuntamiento municipal.
Oferta exportable
Biviana Rivero, directora ejecutiva del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (ProDominicana), destaca el impacto significativo y multidimensional de la artesanía dominicana en la economía nacional y el sector turístico. La describe como un motor cultural, económico y social que no solo fortalece la identidad del país, sino que también dinamiza diversas comunidades.
“Las artesanías dominicanas tienen una fuerte conexión con el turismo, ya que los visitantes buscan llevar consigo recuerdos que representen la cultura local. Productos como el larimar, el ámbar, la cerámica taína, la cestería y las tallas en madera no solo embellecen la experiencia turística, sino que también fortalecen la marca país y promueven el turismo sostenible”, señaló Rivero a elDinero. Enfatizó el valor agregado que estas piezas aportan a la oferta turística dominicana.
Según datos de ProDominicana solicitados por elDinero, entre 2020 y mayo de 2025 las exportaciones de artesanías locales de República Dominicana sumaron US$169.6 millones. El año 2021 se destacó como el de mayor volumen exportado, alcanzando un total de US$49.6 millones.
El economista Jiménez, experto en economía creativa, enfatiza que los productos artesanales con sello local fortalecen la marca país y promueven el consumo consciente. “Integrar la artesanía en la estrategia turística es clave para diversificar, sostener y sofisticar la oferta local en el mercado global”, resaltó.
En 2024, los artículos con mayor participación fueron los de eleboración utilitaria de artículos en plástico (23.8%), las piezas artesanales en hierro o acero forjado (21.1%) y las figuras decorativas de cerámica artesanal (13%).
Manos que protegen
Gilberto Pacheco, maestro artesano, transforma materiales de desecho en arte reciclado desde hace casi 17 años, motivado por su fe y por la llegada de su hija. Consciente del impacto social y ambiental de su labor, fundó la “Escuela de Reciclaje Artístico RD” en Santo Domingo, un espacio donde enseña a niños, adolescentes y adultos a valorar el reciclaje como herramienta para cuidar el planeta.
“Queremos que todos entiendan la importancia del manejo adecuado de los desechos, porque el mal uso ha provocado grandes daños a nuestro entorno”, afirma Pacheco a elDinero. Sus piezas, valoradas entre RD$200 y RD$600,000, reflejan creatividad y compromiso ambiental, y han destacado en ferias culturales y espacios como el Palacio Nacional.
De igual forma, Eddy Matos, presidente del Clúster Dominicano de Carnaval y consultor jurídico de la Federación Dominicana de Carnaval (Fedoca), explica que los carnavales, como parte de la artesanía, no solo celebran la identidad cultural dominicana, sino que también dinamizan el turismo interno. “El 90% de la artesanía nuestra es reciclada: desde el papel de fundas de cemento viejas hasta botellas, galones, tapas, latas y trapos”, resalta Matos a elDinero.
Citó la tendencia reciente de Luis Rivas, creador de los “Diablos Ecológicos” en San Cristóbal, quien da una segunda vida a una gran variedad de residuos plásticos. Solo el carnaval de La Vega moviliza alrededor de RD$120 millones entre sastres, artesanos y artistas. “Reciclar nuestro material y preservar el medioambiente permite exponer nuestros mejores productos al mundo entero”, subraya Matos.
Asimismo, en Manos Dominicanas más del 80% de los materiales utilizados por los artesanos afiliados son reciclados, según Esther Castillo, encargada de la entidad. Destaca que más de 1,700 artesanos de todo el país comercializan sus creaciones a través de esta dependencia de Supérate.
“Estamos trabajando con artesanía sostenible, como la elaborada con lilas o jacintos acuáticos, plantas invasoras que han afectado los cauces de los ríos Ozama e Isabela por años, para transformarlas en sombreros, carteras y otros objetos, contribuyendo al cuidado del medioambiente”, explicó Castillo a elDinero. Subrayó que también se trabaja con retazos de tela, trozos de madera, botellas plásticas y muchos otros materiales reciclados, lo que contribuye a la sostenibilidad y ofrece piezas únicas al turista.
Castillo añade que las piezas de los artesanos que llegan a Manos Dominicanas se comercializan en sus cuatro tiendas y en todos los aeropuertos del país: el Aeropuerto Internacional de Punta Cana, el Aeropuerto Internacional Las Américas (Santo Domingo) y el Aeropuerto Internacional Gregorio Luperón (Puerto Plata).
Según datos de ProDominicana, Manos Dominicanas reportó RD$45.5 millones en ingresos para sus artesanos entre agosto de 2020 y junio de 2024. Esta entidad también apoya a muchos artesanos con discapacidad.
Cruceristas, potencial nicho
El turismo de cruceros representa una gran oportunidad para los artesanos en República Dominicana, ya que el 59% del gasto de estos turistas se destina a souvenirs, lo que beneficia a provincias como La Romana, Puerto Plata y Barahona. El artesano de larimar en la comunidad Las Filipinas, en Barahona, César Feliz, destaca el atractivo de esta gema para los turistas y visitantes locales.
“La mayoría de los turistas que vienen a este país buscan larimar porque es único en el mundo”, precisa Feliz, quien ha formado a más de 1,000 jóvenes en este oficio.
Al respecto, Golye Latoufe, director de Promoción Minera del Ministerio de Energía y Minas (MEM), resaltó la importancia de los mineros artesanales en la extracción de larimar, materia prima para los artesanos.
Señaló que, con el reciente certificado internacional de denominación de origen del larimar, habrá una mejor integración de los mineros artesanales y los artesanos en todos los eslabones productivos, desde la extracción hasta la comercialización. Esto permitirá optimizar la calidad del producto final, generar diferenciación en mercados especializados y aumentar el valor en origen.
“Las piezas tendrán mayor valor para el turista”, afirmó.
Un estudio del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) reveló un potencial significativo para la joyería artesanal entre jóvenes en áreas con recursos minerales, gracias a la infraestructura de capacitación y talleres disponibles. Sin embargo, identificó la necesidad de innovar en diseños para consolidar el larimar y el ámbar como productos emblemáticos del país. Además, se requiere fortalecer la capacitación para jóvenes, ya que más del 70% de los artesanos encuestados son mayores de 35 años.
Desafíos del sector
De acuerdo con el exdirector de Fodearte, el sector artesanal dominicano enfrenta serios desafíos, principalmente la alta informalidad, que afecta a más del 90% de los artesanos, limitando su acceso a financiamiento y a mejores oportunidades.
A esto, el economista Jiménez agrega el déficit de formación empresarial y comercial, el subregistro y la falta de datos, la limitada estrategia estatal integral, la competencia de productos importados y la dificultad en la adopción tecnológica.
El empresario hotelero Frank Rainieri, fundador de Grupo Puntacana, destacó la urgencia de elevar el gasto promedio de los turistas, tomando como referencia a México, donde el consumo de artesanía triplica al dominicano. “Aquí no tenemos una artesanía criolla organizada; lo que más se vende en el Aeropuerto de Punta Cana es la mamajuana, con 400,000 botellas anuales”, señaló a elDinero.
Rainieri subrayó que el sector artesanal es clave para el desarrollo turístico, pues los visitantes buscan productos locales para llevar. Sin embargo, la falta de organización y formalización, así como la ausencia de RNC en muchos artesanos, limita la compra de sus productos por parte de empresarios, quienes optan por importar artesanía extranjera.
Ante este escenario, el empresario hotelero David Llibre, expresidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), propone que los hoteles cuenten con tiendas de artesanía dominicana de calidad a “precios razonables” para facilitar el acceso de los turistas.
Aunque existe artesanía importada, Llibre cree que la valoración de la artesanía local, la creación de una marca país y el desarrollo de artesanos que cuenten sus historias asegurarán la prevalencia del arte dominicano.
“La artesanía dominicana es muy importante, especialmente en nuestro turismo, ya que resalta los valores culturales y genera experiencias positivas en los turistas, incentivando su regreso”, el empresario hotelero.
Fortalecimiento
De su lado, el ministro de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), Víctor “Ito” Bisonó, dijo a elDinero que Fodearte, ahora bajo la administración del MICM, está siendo fortalecido y relanzado.
Destacó que el esfuerzo abarca desde los orígenes tradicionales de la artesanía dominicana, como el larimar y el ámbar, hasta sectores menos visibles, como la elaboración de productos de tabaco. Con esta iniciativa, el ministerio busca potenciar el desarrollo y la formalización de la artesanía en todas sus expresiones.
En tanto, Peter Prazmowski, director ejecutivo del Consejo Nacional de Competitividad (CNC), destaca la iniciativa del país para fomentar encadenamientos productivos que incrementen la eficiencia de los artesanos locales y faciliten la venta de sus productos a hoteleros y turistas, ya sea en puertos o en puntos turísticos.
“Una de las estrategias clave es establecer mecanismos que conecten a los productores entre sí”, afirma a elDinero. Prazmowski reconoció que la informalidad representa un obstáculo, ya que los hoteles operan formalmente y requieren que los artesanos también estén formalizados para poder comercializar sus productos.
“Aunque la demanda potencial de souvenirs artesanales por parte de los hoteles es alta, la informalidad limita esta oportunidad”, señala, al enfatizar que el Gobierno trabaja en la formalización del sector.
Financiamiento
La informalidad limita el acceso al financiamiento para los artesanos dominicanos. En el caso de los dedicados a la joyería artesanal, un 48% de las mujeres no ha solicitado apoyo financiero, a pesar de que el 48% tiene su local propio.
Rosanna Ruiz, presidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos Múltiples (ABA), destaca que el 85.9% de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) son informales, lo que dificulta la generación de datos financieros. En el caso de las mujeres joyeras.
En respuesta a esta situación, la ABA lanza recientemente un plan piloto en Pedernales para ayudar a las mipymes artesanas de mujeres a acceder a financiamiento a través del “Código We Fi”, complementado con acompañamiento en finanzas y marketing digital. Este programa busca fomentar la demanda de financiamiento disponible.
Artesanal
La artesanía en República Dominicana no solo representa una manifestación cultural, sino que también juega un papel crucial en la economía nacional.
Según estimaciones de Ramón Guillén, maestro artesano y exdirector general de la extinta Fodearte, la industria artesanal genera más de 40,000 empleos directos e indirectos. El experto tiene estimaciones de que la cadena de empleos indirectos beneficia directamente a más de 250 familias en las comunidades donde operan.