En los servicios de mensajería y redes sociales llegó a circular un mensaje falso de que en uno de los pisos de la ciudad “figuraban 1.600 empadronados de origen magrebí”.

En España, el Ayuntamiento de Barcelona ha denunciado ante la Fiscalía por delito de odio a los autores de un mensaje viral sobre el empadronamiento irregular de residentes de origen magrebí, que resultó ser un bulo creado por varias personas, entre las que figuran “juristas, psicólogos, guardias civiles o inspectores de Policía“.

En el mensaje, difundido en los servicios de mensajería y redes sociales, se afirmó falsamente que la Guardia Civil había detectado en el distrito barcelonés Horta-Guinardó a 1.600 magrebíes empadronados en un mismo domicilio que cobraban ayudas municipales, y se acusaba a la alcaldesa Ada Colau de promover esa práctica en su propio beneficio electoral.

“Al entrar en el piso la Guardia Civil se encontró con que solo vivían cinco individuos, los 1.595 restantes vivían en Marruecos pero al estar empadronados en Barcelona cobraban todas las ayudas que da el ayuntamiento y además pueden votar por correo en las próximas elecciones municipales”, indicaba el texto, donde se agregaba que “este piso solo es uno de los muchos más que seguramente habrá”.

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En el escrito presentado ante la Fiscalía, el Ayuntamiento barcelonés sugirió penas de prisión de 1 a 4 años y multas de 6 a 12 meses para los responsables y subrayó que el mensaje obtuvo “decenas de miles de visualizaciones”, siendo compartido “tantas otras” veces y obteniendo “una notoria publicidad”.

“Aparte del indudable contenido calumnioso hacia la alcaldesa de Barcelona, [el texto difundido] representa una incitación al odio, el rencor y la animadversión hacia la comunidad magrebí de Marruecos por motivo de su origen, atribuyéndoles de forma directa y masiva la comisión de una estafa que afecta al conjunto de la ciudadanía, para empadronarse en la ciudad, a pesar de no residir en ella, y así obtener los beneficios administrativos vinculados al empadronamiento, cobrar ayudas, y así también votar fraudulentamente por correo en las elecciones”, expuso el Ayuntamiento.

La situación se agrava por el hecho de que los autores del bulo se daban cuenta en todo momento “de la absoluta falsedad del mensaje“. “Estos hechos no pueden estar amparados en el derecho a la libertad de expresión, dado que de forma clara y explícita suponen un desprecio y una humillación para la comunidad magrebí y de Marruecos, e incluyen mensajes discriminatorios y que promueven la violencia también entre el colectivo de personas extranjeras”, concluye la denuncia.

También fue totalmente falsa la afirmación de que los magrebíes empadronados pueden votar en las elecciones de España, pues la Constitución del país ibérico estipula que “solamente los españoles” tienen derecho a votar. Los marroquíes que residan en España de manera regular o irregular no pueden participar en ese proceso, a no ser que también tengan la nacionalidad española.

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