La negativa podría deberse a que los propios recursos de la UE están agotados, mientras que Estados Unidos se muestra cauteloso por temor a que escale el conflicto.
Si bien Kiev a menudo solicita más entregas de armas por parte de sus aliados, hay pocos indicios de que Occidente continúe aumentando su asistencia militar, escribe Bloomberg.
El asesor del jefe de la Oficina presidencial de Ucrania, Mijaíl Podoliak, en una entrevista con Tagesschau el 24 de septiembre, nuevamente pidió a los países occidentales que proporcionen las armas necesarias para una lucha contra Rusia en el frente y favorecer a una ofensiva de las tropas ucranianas.
Podoliak precisó que para este fin podrían contribuir los tanques alemanes. “Pero no deben ser los tanques soviéticos. Estos no son efectivos, ni el T-55, ni el T-64, ni siquiera el T-72. Así que les decimos a nuestros socios, como Alemania: si quieren tomar el liderazgo, si quieren que tengamos menos pérdidas y si quieren que esta guerra termine más rápido, entonces solo dennos el Leopard 2“, insistió.
Ante los argumentos de que sería difícil para los militares ucranianos aprender a operar estos tanques en poco tiempo, Podoliak respondió que para ellos “nada es imposible” y aconsejó abrir centros de entrenamiento.
“Sería una catástrofe”
No obstante, según indicó a Bloomberg un alto funcionario europeo, “es poco probable que haya un aumento significativo en los flujos de armamento o que se rompa un nuevo tabú” en términos del tipo de armas suministradas a Kiev por los países occidentales. Esto se debe a que los propios recursos de la UE están agotados, precisó.
En lo que se refiere a los tanques, aunque Ucrania ya ha recibido varios envíos, incluidos procedentes de Polonia, nuevas entregas no se esperan en un futuro próximo debido a su escasez.
Mientras tanto, Estados Unidos se muestra cauteloso respecto al envío de cierto tipo de material bélico, subrayó el funcionario. En concreto, la Administración Biden se mostró reacia a proveer cazas de combate por temores a que se agudice el conflicto.
De momento, la mayor resistencia parece mostrar el canciller alemán, Olaf Scholz. Según él, Berlín no envía tanques a Ucrania porque podría ser un paso peligroso en el desarrollo de las hostilidades.
“Estamos apoyando a Ucrania. […] Lo estamos haciendo de una manera que no escale hasta convertirse en una guerra entre Rusia y la OTAN porque sería una catástrofe”, señaló Scholz el domingo.
