República Dominicana necesita políticas públicas que mejoren su matriz energética.

Las energías renovables experimentan un importante desarrollo a nivel global y en muchos países su uso se ha convertido en una alternativa económicamente viable para sustituir los combustibles fósiles que son altamente contaminantes en la generación de electricidad.

Ernesto Vilalta, viceministro de Energía y Minas, resaltó su importancia y la prioridad que tiene para el Estado dominicano por la transición hacia una generación y consumo de energías más limpias.

“La implementación de la Ley 57-07 Sobre Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energía y sus Regímenes Especiales, ha traído como resultado que más de US$182 millones sean distribuidos en los diferentes incentivos fiscales que se han otorgado para la instalación de 465 megavatios en fuentes renovables”, especificó el funcionario durante el Congreso de Transición Energética y Cambio Climático en el Caribe, celebrado del 21 al 24 de mayo en el hotel El Embajador.

Además de un marco legal que contribuye a su desarrollo, el Estado promueve al fomento de la cooperación entre los sectores público y privado.

El Plan de Desarrollo Energía Renovable en el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) establece que durante el período 2018-2020 sus proyectos de generación renovables exhiben “un deterioro significativo en los perfiles de voltaje de algunas zonas”, por lo que será necesario la incorporación de elementos de compensación de reactivos para mantener los perfiles de voltajes adecuados.

Plantea que la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED) debe destinar más de USD$1.4 millones al equipamiento, sin incluir los costos asociados a las ampliaciones que debe hacer en las subestaciones (nuevos campos para la interconexión, elementos de maniobras, interruptores, etc.).

La jefa de la Sección Política de la Unión Europea, Dolores Romeo, aseguró que para que República Dominicana logre su objetivo de tener un 25% de energía renovable para 2025, requiere de inversiones “sustanciales” en nuevos proyectos innovadores.

Romeo señaló que para aprovechar el potencial y la eficiencia de las energías renovables, se hace necesario un entorno regulatorio y normativo “estable”, adaptado para atraer inversiones en el sector. “Es posible que los gobiernos no puedan garantizar esas inversiones solo con fondos públicos, sino que el sector privado puede representar un apoyo muy importante, por lo que para lograr este objetivo se necesita una integración de ambos sectores”.

Mientras, Vilalta incluye dentro de los desafíos del país para seguir creciendo en energía renovables, la ampliación de la red de transmisión, tomando en consideración las zonas de mayor potencial.

Además, establecer nuevos compromisos de requerimiento para la instalación de energía renovable y su participación en el SENI, en materia de controles, frecuencia y potencia.

También, la creación de estaciones de almacenamiento de energía que mejoren la velocidad de respuesta del sistema y que amplíen la capacidad de penetración de este tipo de energía. Asimismo, la generación flexible de sistemas de potencia convencionales e integración del lado de la demanda y el control de la tensión a través de centrales eléctricas renovables.

“Adoptar la decisión de integrar las energías renovables a gran escala en un sistema eléctrico implica tomar en consideración el impacto en la confiabilidad y seguridad del sistema, por lo que se necesita flexibilizar el sistema para permitir esa integración, además de la elaboración de un código de red y/o adaptación del código de conexión existente y el desarrollo de pronósticos de alta calidad”, dijo Vilalta.

Afirmó que el hecho de que el país haya aceptado el desafío de reducir la contaminación, implica aumentar esfuerzos para incrementar el uso de energías renovables, lo que, a su entender, es el mejor camino hacia una ruta de eficiencia energética y producción limpia, en la que el consumidor y las instalaciones de producción puedan coexistir en una relación ganar-ganar.

En ese orden, el embajador de Alemania, Volker Pellet, resaltó que “el futuro pertenece a las energías renovables” y República Dominicana goza de condiciones ideales para implementar proyectos en ese campo.

“En Alemania las condiciones no son tan ideales, pero hemos logrado un buen manejo de este tema y una buena experiencia en el transcurso de los años”, añadió Pellet.

Efectos del cambio climático

Carlos Ruiz Garvia, coordinador de Renovación Carismática Católica de Panamá (RCC Panamá), destacó que el cambio climático “está aquí” y pese a que se maximicen los esfuerzos para reducir las emisiones, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera hace que sea necesario adaptarse y construir sociedades más resilientes.

Entiende que el impacto se sentirá pese lo exitosas que puedan resultar las medidas de mitigación.

Resaltó que hay una alerta muy grave que indica que los fenómenos climáticos están afectando la sociedad a una escala sin precedentes. Especificó que por primera vez en el Caribe se ha visto la ocurrencia de más de tres eventos climáticos significativos. Por ejemplo, en 2017 tres huracanes afectaron países e islas, a los que se les ha hecho muy difícil recuperarse.

“Ante la necesidad de atender los impactos del cambio climático, existe una oportunidad en la transición energética hacia energías renovables, para lo cual los sectores no gubernamentales son esenciales para una acción climática exitosa”, enfatizó Ruiz Garvia.

Sostuvo que para poder tener una dinámica satisfactoria en términos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, resulta imprescindible acudir a energías renovables, ya que permitirá alcanzar una reducción efectiva de emisiones de un 94% para 2050.

Según un informe global del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) se producirá un incremento en la temperatura entre 2.5C a 3C para el año 2100, lo cual traerá consecuencias catastróficas para la humanidad, las que iniciarán a ser evidentes a partir de 2050.

El informe plantea que para 2050, si se continúan efectuando las políticas actuales, los fenómenos climáticos causarían un proceso de migración de 200 millones de personas, debido a la pérdida de los ecosistemas, de una manera muy drástica.

Ruiz Garvia citó algunos ejemplos como el incremento del nivel del mar, que podría elevarse a un metro en promedio, lo que a su entender es una señal de urgencia que requiere de políticas importantes.

Explicó que según el informe de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena) del 2018, si la humanidad sigue con las políticas actuales, las emisiones del sector energético podrían alcanzar su presupuesto, es decir el 1.5C para 2037, por lo que es necesario voltear la curva y apostar por la energía renovable de una manera urgente.

“Si para 2030 convertimos la curva para los 1.5C, tendría un costo global de US$100 mil millones al año, y si no lo hacemos y lo dejamos para 2050, esto se incrementaría a US$700 mil millones al año. Entonces, estamos en un momento de decisión importante”, dijo.

Ruiz Garvia señaló que en el caso de la economía actual, los últimos tres años han sido en los que más gases de efecto invernadero se ha emitido, ya que la demanda de energía y de combustibles fósiles se ha incrementado, lo que entiende representa una alerta para la gestión climática global.

Sin embargo, afirmó que hay buenas señales, ya que el sector privado muestra compromisos importantes. El año pasado en la cumbre sobre cambio climático en San Francisco, Estados Unidos, más de mil ciudades manifestaron su compromiso con el Acuerdo de París, lo cual indica que el 10% de la población está trabajando con acción climática para ser ciudades más resilientes y con acción de mitigación concreta.

Dijo que en el caso de los inversionistas, que representan US$26 trillones, han apostado por alinearse al cambio climático y están transfiriendo estos flujos financieros. Destacó que hoy en día, hay 550 empresas más grandes alineadas al Acuerdo de París.

El reporte del The New Climate Economy 2018 establece que en eventos climáticos desde la actualidad hasta 2030, se prevé una pérdida de US$3 trillones, causadas por huracanes, inundaciones, pérdidas por sequías, que podrían con una concepción adecuada de US$26 trillones de economía global.

Asimismo, también plantea que los US$1.5 trillones del producto interno bruto (PIB) de los países que están en riesgo por estos impactos del cambio climático, podrían convertirse en la pérdida de 65 millones de puestos de trabajo.

Ruiz Garvia planteó que unos US$5 trillones en subsidios podrían convertirse en ingresos por energía renovable. Resaltó que la transición a la energía renovable desde el punto de vista de la inversión, no ha sido totalmente satisfactoria.

“Si bien ha habido un incremento significativo, podemos ver que las inversiones son de US$300 mil millones que viene a ser la mitad de los US$742,000 millones que se invierten en combustibles fósiles. Todavía nuestra inversión en energías renovables en este período viene a ser la mitad”, lamentó.

América Latina

El director de Estudios Proyectos e Información, Organización Latinoamericana de Energía (Olade), André Schuschny especificó que al comparar la oferta primaria de energía de Latinoamérica con el mundo, tiene un 28% de energías renovables, por lo que se usa mucho menos carbón y petróleo.

Explicó que en relación a la capacidad instalada en energía eólica, América Latina tiene niveles muy bajos, a pesar de que en los últimos diez años el costo nivelado para generación de energía eólica ha bajado en un 33%.

“Estamos en el mejor momento para aprovechar la baja que han registrado los costos y comenzar a incrementar nuestra proporción de la capacidad instalada en energía eólica a bajo costo, ya que si lo hacíamos hace unos años atrás, hubiese sido costoso”, afirmó.

Schuschny aseguró que la capacidad de energía solar instalada también tiene costos muy bajos en América Latina, pero que a pesar de tener costos bajos, aún está iniciando a realizar proyectos de energía solar. Mientras que Europa, China y Estados Unidos ya cuentan con proyectos enormes.

“En relación a 2009 los costos nivelados en generación de energía solar han bajado casi a en un 80%. Eso significa que la energía solar fotovoltaica empieza a hacerse asequible por los bajos costos y eso dará lugar a promover un mayor uso de este tipo de energía. Ya hay empresas que producen a nivel local, este es un factor que apalanca la economía y el desarrollo de un país”, especificó.

Schuschny calificó como “positivo” el hecho de que se esté facilitando líneas de financiamientos a través de los créditos.

Reestructuración

El viceministro de Energía y Minas manifestó que el país tiene como reto impulsar la reestructuración del subsector eléctrico nacional para garantizar un servicio sostenible, competitivo y confiable que impulse un avance.

Además, promover el diseño de políticas públicas que tiendan a mejorar y diversificar la matriz energética; mejorar los procesos de la solicitud y el otorgamiento de permisos, licencias y concesiones, desarrollar normas rígidas, claras y en función de las características y necesidades del país.

“Se deben actualizar las proyecciones y planes de expansión tanto para la generación, como para la transmisión y distribución, al igual que la revisión y actualización de las leyes y reglamentos que rigen el sector”, dijo Vilalta, durante su participación en el Congreso de Transición Energética y Cambio Climático.

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