Santo Domingo.-Hay lugares en los se nacen o en los que se viven, y luego están aquellos que se sienten. Más allá de sus playas, su ritmo y su gente cálida, República Dominicana se ha convertido en un refugio para un selecto grupo de cantantes extranjeros que eligen este país por determinadas razones.
Julio Iglesias, Ricardo Montaner, Diego el Cigala, Danny Rivera, Tueska y otros cantantes han preferido vivir parte de sus vidas en esta media isla. Lo de ellos no se trata de simples vacaciones. Es un amor especial que los ha motivado a establecer aquí su hogar. A esa lista ahora se agregaría la española Isabel Pantoja.
¿Qué tiene la media isla que seduce a las estrellas? Para muchos, la tierra del merengue es el escape perfecto del frenesí mediático, ofreciendo una combinación ideal de privacidad, lujo discreto y una conexión inigualable con la naturaleza.
Isabel Pantoja formaría parte de los que eligen este paraíso del Caribe para vivir. Medios españoles informaron hace unos días que ella ha vaciado la finca Cantora en España para comenzar su nueva vida en República Dominicana.
Según las informaciones preliminares, la artista busca recuperar la estabilidad y la asfixia económica lejos del hogar donde ha residido durante cuatro décadas.
Nadie del entorno de la artista se ha pronunciado sobre la marcha de la veterana cantante a Latinoamérica, ni siquiera Anabel Pantoja, que es la única persona mediática de la familia que mantiene el contacto y la relación con ella después de todas las polémicas en las que se ha visto envuelta con sus hijos, publicó Europa Press.

OTROS ESPAÑOLES
Pantoja seguiría los pasos que un día dieron sus compatriotas Julio Iglesias y Diego el Cigala, en diferentes épocas.
El Cigala se instaló en Playa Nueva Romana desde agosto de 2013, y en marzo de 2014 obtuvo la ciudadanía dominicana. Luego se mudó a la zona de Punta Cana, en la provincia La Altagracia.
Él mismo expresó: “Amo la República Dominicana y pretendo seguir viviendo allí”, resaltando que el país “es maravilla”.

Lo del icónico cantante Julio Iglesias tiene muchos años de constancia. No solo ha residido en el país por largos años, sino que fue uno de los primeros en establecer el estándar de vida de lujo discreto en el Este, lanzando Punta Cana como un destino predilecto.
Su historia con la isla comenzó cuando su amigo, el diseñador Óscar de la Renta, le mostró el potencial de la zona. Julio Iglesias quedó inmediatamente fascinado. Fue este flechazo el que hizo que el cantante y su esposa, Miranda, decidieran en 1997 que la República Dominicana sería su nuevo hogar.

Particular mención tiene el cantautor venezolano-argentino Ricardo Montaner, un caso muy famoso de esta conexión con la República Dominicana, eligiendo el entorno de Samaná para establecerse junto a su esposa Marlene Rodríguez.
Su decisión no fue solo por la búsqueda de una residencia vacacional, sino por un deseo de desarrollo comunitario.
Fue un paso tan significativo que, en diciembre de 2019, Montaner obtuvo su cédula dominicana, un “festejo familiar” que coronó el sueño que venía gestando desde 2016 de comprar una casa cerca del mar Caribe.
Su amor por su estancia en esta provincia se materializó en la gestión de una escuela en Samaná, autorizada incluso durante el gobierno de Danilo Medina.
Montaner ha dicho que su hogar en Samaná es su refugio espiritual. Para él, la belleza de las montañas y el mar no es solo un telón de fondo, sino el pulso de su nueva vida.

A diferencia de Montaner, el legendario cantante Danny Rivera optó por la frescura de la montaña. Mucho antes de obtener oficialmente su cédula dominicana en 2008, el artista puertorriqueño ya era considerado parte de la esencia de la nación, un “dominicano por convicción” arraigado en la tranquilidad del campo de Manabao, en el municipio Jarabacoa, provincia La Vega.
Desde su primera visita, se involucró en causas que tocan la fibra social de la isla. Con humildad, el intérprete de “Amar o morir” prefiere la acción al proselitismo, evitando referirse a sus proyectos públicamente.
El cantante no solo eligió un hogar en las montañas, sino que se convirtió en un agente de cambio a favor del medio ambiente, la cultura y la niñez dominicana.

MERENGUEROS
Varios casos están relacionados al merengue. Sobresalen la colombiana Tueska, el suizo Silvio Mora (que es un dominicano como el que más) y el haitiano Félix Cumbe (que llegó ilegal, pero murió como ciudadano porque se lo ganó). En el caso de Tueska, ella lleva ya 18 años viviendo en Santo Domingo, tiempo más que suficiente para redefinir su identidad y convertirse en una personalidad muy querida del país.
Tueska dio a conocer su voz a través del género que corre por las venas de la nación: el merengue. Su éxito no es un accidente, sino el resultado de una entrega total a la cultura local, definiéndose a sí misma como la “colombiana, aplatanada”.
Ser “aplatanado” es la máxima prueba de amor e integración en la cultura dominicana. Significa haber asimilado sus costumbres, su humor y su esencia. Y Tueska, es un buen ejemplo de esto.

Con relación a Silvio Mora, se inició en el mundo de la música cantando en hoteles y centros turísticos de República Dominicana, donde tiene 37 de sus 46 años de vida.
Silvio vivió solo unos años en su patria nativa, Suiza. Sus padres eran suizos, él de origen italiano y ella de origen jamaiquino.
Sus progenitores llegaron a República Dominicana a trabajar cuando Silvio tenía nueve años. Su papá murió aquí y su madre (Jeannite Mora) decidió quedarse. Con los años se convirtió en un “show man” de los hoteles y luego se estableció como un dominicano más en el mundo artístico.

Félix Cumbé en vida (murió en febrero de 2025) se convirtió en el haitiano que cantando bachata y merengue se ganó el corazón de los dominicanos.
Con su muerte, dejó un abundante legado musical que tuvo cimientos desde los tiempos de cuando Fernando Villalona le grabó el tema «Félix Cumbé» y Aníbal Bravo “El gatico”.

GILBERTO SANTA ROSA
Hay casos especiales. Uno de los que más es el del salsero puertorriqueño Gilberto Santa Rosa, quien no reside en República Dominicana, pero tiene este país como su segunda casa y desde 2013 posee ciudadanía.
En marzo de 2025, «El caballero de la salsa» publicó imágenes compartidas en redes sociales en la que se le ve presumiendo la cédula dominicana y el acta de nacimiento.
El cantante, quien es esposo de la comunicadora dominicana Alexandra Malagón, recibió los documentos que lo certifican como ciudadano dominicano.
“El Caballero de la Salsa, Gilberto Santa Rosa, visitó hoy nuestras oficinas de la Dirección Nacional de Registro Civil y de Cedulación para recibir sus documentos de identidad tras obtener la nacionalidad dominicana”, publicó el perfil de X de la Junta Central Electoral.
Gilberto en la Junta fue acompañado de Alexandra Malagón. El artista recibió la nacionalidad dominicana en 2013 otorgada por el entonces presidente Danilo Medina, a través del decreto 158-13.