Ralph Baric, veterano investigador que lleva décadas estudiando los virus, hace cinco años ya tenía la certeza de que un nuevo brote de coronavirus iba a producirse tarde o temprano.

En 2015, Ralph Baric, profesor de la Escuela de Salud Pública Global Gillings de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.) e investigador veterano de los coronavirus, pudo demostrar junto con sus colegas que los coronavirus similares al que causa SARS (síndrome respiratorio agudo severo), y que provienen de los murciélagos de herradura chinos, representaban una amenaza de un nuevo brote. En 2002 y 2003, el SARS, que se originó en estos mamíferos voladores, se extendió por China y otros países, cobrándose la vida de unas 800 personas. 

El estudio de hace cinco años, del que informó RT en Español, sugería “un riesgo potencial de la reaparición del SARS-CoV de los virus que circulan actualmente en poblaciones de murciélagos” y subrayó que el nuevo virus sería capaz de transmitirse directamente de murciélagos a humanos.

En aquel entonces, Baric dijo : “Los estudios han pronosticado la existencia de casi 5.000 coronavirus en poblaciones de murciélagos y algunos de estos tienen el potencial de emerger como patógenos humanos”. “Entonces, esta no es una situación de ‘si’ habrá un brote de uno de estos coronavirus, sino más bien  cuándo aparecerá y qué tan preparados estaremos para abordarlo”, advirtió.

A principios de este año, al percatarse del nuevo brote del virus de la misma familia, Baric dijo que “se sorprendió” al ver lo rápido que se estaba propagando. En febrero, recibió una muestra del virus en su laboratorio cerradoen la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.) y empezó a trabajar para probar posibles fármacos para inhibir el virus dentro de las células pulmonares humanas en un tubo de ensayo.

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