Los expertos concluyeron que el tiempo establecido de actividad física de intensidad moderada a vigorosa debilita sustancialmente los riesgos de padecer enfermedades graves y una muerte prematura.
Un equipo de científicos ha calculado cuánto tiempo de ejercicio se necesita para contrarrestar los efectos de un día de estar sentado, señalando la necesidad de 30 o 40 minutos de actividad física diaria. Los resultados fueron publicados este miércoles en British Journal of Sports Medicine.
El estudio involucró la participación de más de 44.000 personas que usaban rastreadores de actividad en cuatro países. Las mediciones revelaron que una gran mayoría registraba largos períodos de sedentarismo, definidos como 10 horas o más.
Además, la investigación se llevó a cabo tomando en cuenta las potenciales desventajas que implica mantener una vida inactiva, que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades graves y una muerte prematura.
Directrices 2020 de la OMS
No obstante, los expertos concluyeron que el tiempo establecido de actividad física de intensidad moderada a vigorosa debilitan sustancialmente el peligro, confirmando así a últimas directrices establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), elaboradas por 40 científicos de seis continentes en un segundo artículo.
La guía del organismo traza el objetivo semanal de 150 a 300 minutos de actividad física de intensidad moderada, o al menos de 75 a 100 minutos de ejercicio de intensidad vigorosa.
«Uno de cada cuatro adultos (27,5 %) y más de las tres cuartas partes de los adolescentes (81 %) no cumplen con las recomendaciones de ejercicio aeróbico», manifestó la coeditora de las pautas de la OMS, Fiona Bull, e insistió en la importancia de que los gobiernos prioricen e inviertan en iniciativas nacionales que promuevan la actividad física.
«Toda la actividad física cuenta»
En este sentido, los autores de las directrices globales indicaron que «toda la actividad física cuenta y cualquier cantidad es mejor que nada«, desde subir las escaleras en lugar de tomar el ascensor, caminar en los alrededores, hacer jardinería, tareas del hogar, correr, andar en bicicleta o un entrenamiento de intervalos de alta intensidad, entre otras opciones.
«Estas pautas son muy oportunas, dado que estamos en medio de una pandemia mundial, que ha confinado a las personas en interiores durante largos períodos y alentado un aumento en el comportamiento sedentario«, agregó el investigador de actividad física y salud Emmanuel Stamatakis.