Para muchos el engaño no le hace daño al otro. Cuando un cónyuge enamorado descubre la infidelidad sufre y le duele. La vergüenza y la rabia le azotan.
Casi siempre quien engaña niega su aventura. Hace luz de gas y distorsiona lo que el cónyuge cree o piensa que ha visto. Lo hace dudar de lo que percibe.
Promesas de cambios, Luna de miel y perdón que se repite: son comunes en las relaciones abusivas y con maltrato emocional.
Muchas veces luego de muchos reclamos y la falta de compromiso de quien ofende, la víctima abusada puede intentar poner fin al abuso o decidirse a realizar un nuevo proyecto de vida.
Para salir del abuso hay que fortalecer la autoestima y asumir riesgos. Muchas parejas acuden a terapia en conflictos; pero lo importante es que ambos miembros realicen cambios para que la relación mejore. Cuando se perdona se espera que quien ofende no siga repitiendo las pautas de deslealtad y de infidelidad.
Personas con mucho apego y miedo al abandono requieren superar esto en terapia de pareja, ya que se tornan con frecuencia codependientes emocionalmente.
Para que una relación de pareja funcione bien debe haber una relación de justicia y equidad. Debe haber respeto a la relación y la flexibilidad para hacer cambios, así como el compromiso de dejar los actos que causan tanto dolor a quien decimos amar tanto.