Ver con más optimismo nuestro futuro aumenta en un 78 % la probabilidad de dormir mejor y de padecer menos síntomas de insomnio.

Un estudio socio-psicológico llevado a cabo durante más de cinco años en Estados Unidos establece un vínculo inmediato entre el optimismo y la calidad del sueño. El grupo de investigadores es el mismo que en 2015 ya reveló que las personas optimistas tenían el doble de probabilidades de gozar de una salud cardíaca ideal.

En esta nueva investigación fueron incluidos 3.500 participantes estadounidenses de edades comprendidas entre los 32 y los 51 años. Según recogió este miércoles un comunicado   de la Universidad de Illinois, todos eran residentes de una de estas cuatro grandes ciudades: Birmingham (Alabama), Oakland (California), Chicago (Illinois) y Minneapolis (Minnesota).

En el estudio se tomaron en consideración las características sociodemográficas, las condiciones de salud y los eventuales síntomas depresivos de cada individuo. El nivel de su optimismo no se calibró de una vez, sino por medio de dos encuestas similares realizadas con un intervalo de 5 años. Asimismo, los encuestados consignaron dos veces cuánto tiempo habían dormido y cuál fue la calidad del sueño durante el mes previo al sondeo.

Las estimaciones se clasificaban entre dos opciones: “siempre soy optimista sobre mi futuro” y “apenas espero que las cosas me salgan bien”. A partir de estos datos, los investigadores calcularon que cada aumento en la puntuación de optimismo implicaba un 78 % de más probabilidades de que la persona tuviera una calidad del sueño muy buena.

Insomnio y problemas de salud

Las personas con mayores niveles de optimismo decían más a menudo que dormían lo suficiente, entre seis y nueve horas cada noche. Además, padecían menos somnolencia de día y la probabilidad de que presentaran algún síntoma de insomnio se reducía un 74 % en comparación con los más pesimistas.

“La falta del sueño sano es un problema de salud pública, ya que la mala calidad del sueño se asocia con múltiples problemas de salud”, afirma la profesora Rosalba Hernández, de la Universidad de Illinois, que estuvo a la cabeza del equipo investigador. Entre estos problemas, destaca un mayor riesgo de padecer obesidad e hipertensión, mientras que la creencia de que todo ira bien la calificó de “activo psicológico de relevancia particular” que permite superar las enfermedades y tener una salud mejor.

El artículo científico del grupo fue publicado a finales de julio en la revista Behavioral Medicine.

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