Otra de las características más resaltables de la especie denominada ‘Auanema sp.’ es su capacidad de dar a luz a criaturas vivas, además de resistir 500 veces la dosis de arsénico letal para un ser humano.
El lago Mono de California, un lugar inhóspito para la mayoría de especies salvo algunas bacterias y algas resistentes a sus aguas alcalinas, resultó un hábitat agradable para ocho especies de gusanos microscópicos recién descubiertas por los investigadores del Instituto de Tecnología de California, CALTECH (EE.UU.). De esas ocho especies el instituto destaca una, completamente desconocida hasta ahora, que tiene tres sexos.
La particular característica de este minúsculo gusano, denominado como ‘Auanema sp.’, ha llamado la atención de los expertos, ya que los nematodos (grupo al que pertenecen) por norma general solo se dividen en dos géneros: machos y hermafroditas, pero en este caso se han encontrado ejemplares del sexo femenino.
Sin embargo esta no es la única de sus peculiaridades interesantes, ya que el ‘Auanema sp.’ es capaz de dar a luz a criaturas vivas, una característica única en el mundo de los nematodos que ponen huevos. Por si fuera poco, después de su evaluación pormenorizada, los científicos descubrieron que el cuerpo de este gusano puede resistir 500 veces la dosis de arsénico letal para un ser humano.
Igual que los otros gusanos encontrados, el ‘Auanema sp.’ puede vivir en condiciones normales en un laboratorio, a pesar de que todos ellos son considerados microorganismos extremófilos, es decir, que prosperan en condiciones muy difíciles para la vida, por habitar en el lago Mono, que es tres veces más salado que el océano y tiene un pH alcalino de 10.
El hallazgo ha sido publicado en la revista Current Biology. Los autores sugieren que las extrañas características de este gusano no son una coincidencia, sino que le ayudan a sobrevivir en su hábitat.
“Los extremófilos nos pueden enseñar mucho sobre estrategias innovadoras para lidiar con el estrés”, sostiene el líder del equipo, Pei-Yin Shih. “Nuestro estudio muestra que todavía tenemos mucho que aprender sobre cómo estos animales de 1.000 células han dominado la supervivencia en ambientes extremos”, asegura.