El presidente de Filipinas visitó las zonas afectadas y propuso particulares soluciones al problema.

Pese a las recomendaciones médicas para que no visitara la zona afectada por la ceniza del volcán Taal, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, viajó a la ciudad de Batangas y planteó una particular manera de terminar con la erupción.

Consultado sobre cómo enfrentaría la ceniza, respondió: “Puedo incluso comerme las cenizas, puedo incluso mearme en el Taal”. Lo dijo antes de partir desde Manila, la capital del país, al advertir que volaría a la zona en emergencia aunque sus “pulmones están afectados” por los años en los que fumó.

En tanto, durante la reunión que mantuvo con funcionarios de Batangas para analizar la crisis, en el Complejo Provincial de Deportes, el presidente sorprendió con una ‘broma’ sobre sus “muchos problemas”, que desaparecieron nada más ver la cantidad de “mujeres bonitas” que hay en la ciudad. “Cuando estaba en el helicóptero, pensaba en muchas cosas, pero cuando llegué aquí todo desapareció. Realmente, amo a las mujeres hermosas”, expresó.

Este no fue el primer comentario misógino que realiza Duterte. En 2018, al hablar sobre el aumento de los abusos sexuales en Dávao, su ciudad natal, dijo que “mientras haya muchas mujeres hermosas también habrá más casos de violación“.

Otra ‘solución’

Duterte ofreció otra opción para que termine la erupción. “La gente no ha realizado las ofrendas suficientes al volcán. Deberían ir allí a rezarle un poco y ofrecerle algo”, dijo y agregó: “Hagámoslo a la manera primitiva de nuestros ancestros”.

La erupción del Taal, que comenzó el pasado domingo y amenazó con provocar un tsunami volcánico, obligó a evacuar a unas 40.000 personas de los distritos cercanos y a suspender vuelos, mientras que dejó toda la zona cubierta de ceniza.

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