En mayo de 2016, las autoridades mexicanas detectaron que el líder del Cártel de Sinaloa se comportaba de manera muy extraña en su celda.

El narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán tenía un “plan B” para fugarse en 2016 del penal de Almoloya, en el estado de México, de donde había escapado ya antes, en la noche del 11 de julio de 2015.  

Eduardo Guerrero Durán, custodio del capo hasta que este fue extraditado a EE.UU., dio a conocer en entrevista con la agencia Notimex la razón por la que Guzmán Loera fue trasladado de la cárcel de Almoloya, conocida como ‘Altiplano’, al penal federal de Ciudad Juárez, en Chihuahua. 

Así, según contó, se detectaron algunos movimientos raros dentro de su celda. El ‘Chapo’ accionaba con demasiada frecuencia la manija del inodoro, lo que llevó a pensar que buscaba generar ruido y vibraciones. Las autoridades hicieron entonces un estudio de suelo y detectaron que se había construido un túnel en la periferia de la cárcel

“Se oían ruidos y había patrones; afortunadamente, con el seguimiento que le dimos, hora por hora, lo pudimos detectar”, contó Guerrero Durán a la agencia mexicana. 

Fugas

Aunque el penal en el que se encontraba era considerado el más seguro, las autoridades tenían presente que el célebre narcotraficante ya se había fugado en dos ocasiones de prisión. 

El 19 de enero del 2001 escapó del penal de Puente Grande, en Jalisco, usando un carrito de lavandería. Tras ser reaprehendido en Mazatán, Sinaloa, en febrero de 2014, y trasladado al penal de Almoloya, se fugó nuevamente la noche del 11 de julio de 2015, a través de un túnel que salía a una colonia cercana. 

Pese a tales antecedentes, el Gobierno mexicano recibió duras críticas por trasladar al capo a Ciudad Juárez. Una investigación de Univisión reveló que la razón de moverlo a esa cárcel, en el norte del país, fue el tipo de terrenosobre el que estaba construido el penal. 

“Es piedra, fundamentalmente (…) entonces, es muy difícil hacer un túnel –contó el exfuncionario–. Pero además, en dos kilómetros a la redonda de ese penal no hay absolutamente nada, y en un radio de cinco kilómetros había muy pocas edificaciones”, contó el entonces comisionado nacional de Seguridad de México, Renato Sales. 

Tras permanecer casi ocho meses en el penal de Ciudad Juárez, Guzmán Loera fue extraditado a EE.UU. el 19 de enero de 2017, para enfrentar cargos en seis estados norteamericanos. 

Este miércoles, la Justicia estadounidense lo condenó a cadena perpetua por tráfico de cocaína, heroína y marihuana, además de 30 años de prisión por violencia con armas de fuego y 20 años más por lavado de dinero.

La sentencia se produjo luego de que el narcotraficante fuese hallado culpable de 10 cargos ante un tribunal de Nueva York, en febrero pasado.

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