Este estatus permitirá a los venezolanos trabajar legalmente en EE.UU. hasta por 18 meses, según confirmó el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
El Gobierno de Joe Biden anunció este lunes un permiso temporal para los venezolanos que viven en EE.UU. y que actualmente no cuentan con un estatus legal en el país norteamericano.
El Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) permitirá a los venezolanos trabajar legalmente en EE.UU. hasta por 18 meses, según confirmó el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Solo las personas que puedan demostrar su residencia en EE.UU., a partir del 8 de marzo de 2021, son elegibles para este permiso temporal que expira en septiembre de 2022, de acuerdo con un comunicado publicado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
Por otra parte, la Administración de Biden estaría revisando algunas de las sanciones impuestas unilateralmente a Caracas, según adelantaron fuentes del Gobierno estadounidense a medios locales.
“EE.UU. no tiene prisa para levantar las sanciones a Venezuela, pero las está revisando para asegurarse de que sean eficaces y no castiguen innecesariamente a los venezolanos”, declaró un alto funcionario a la agencia AP.
Continuación de sanciones
Pese a una posible modificación de las sanciones impuestas, Washington también se estaría coordinando con la comunidad internacional para aumentar la presión sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, con el objetivo de celebrar “elecciones libres y justas”.
En ese sentido, el funcionario de la Administración de Biden explicó que “las sanciones unilaterales de los últimos cuatro años no han logrado” el llamado de nuevos comicios en Venezuela.
La Administración de Biden continúa impulsando la política de Donald Trump respecto a Caracas y reconoce al exdiputado opositor Juan Guaidó como “presidente interino” de Venezuela.
En este contexto, Biden extendió por un año más la declaratoria de “emergencia nacional” respecto a Venezuela, al considerar que la nación suramericana es “una amenaza inusual y extraordinaria“.
La extensión de esta declaratoria, que fue decretada por el Gobierno de Barack Obama el 8 de marzo de 2015, abrió las puertas a la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra Caracas.
La decisión de Washington fue rechazada por Caracas, al considerar que estas medidas unilaterales únicamente han causado “grandes daños al pueblo de Venezuela“.
Desde la Cancillería de Venezuela expresaron que la “política de agresiones crueles y sistemáticas” implementada por EE.UU. han puesto en riesgo áreas vitales, como la alimentación y salud.