Los homicidas confesos son el hijo y el sobrino de una de las víctimas.

El homicidio de las hermanas Esther y Sara Castro, de 41 y 39 años de edad, ha provocado una conmoción en Argentina debido a que dos hermanos, que a su vez son hijos de una de las víctimas, ya confesaron ser los autores del crimen.

Los cuerpos de ambas mujeres fueron encontrados el martes por la mañana en un pozo en la ciudad de Córdoba, ubicada a 700 kilómetros de Buenos Aires. Estaban desaparecidas desde el 24 de septiembre.

El caso comenzó a aclararse el sábado pasado, cuando Ismael y Esteban Castro, de 20 y 24 años, fueron detenidos mientras caminaban con una adolescente de 17 años y tres menores de edad, por una ruta rumbo a la salida de la ciudad.

Los jóvenes primero aseguraron a los policías que estaban por viajar, pero que un chofer que habían contratado los había dejado tirados.

Uno de ellos incluso les dio a los policías el teléfono de su madre, Esther, para que corroborara la información, a sabiendas de que no respondería porque él mismo la había matado.

Finalmente, un tío de los hermanos fue por ellos a la comisaría y los llevó de vuelta a su casa, aunque se extrañó de que las hermanas no estuvieran. Después de un rato de tensión, los jóvenes confesaron el crimen, pero todavía no han revelado los motivos, lo que ha desatado múltiples especulaciones en la prensa.

Ese mismo sábado, la Policía capturó a los hermanos. Tres días más tarde, se realizaron operativos que permitieron encontrar los cuerpos en un pozo de agua de la vivienda que ocupaban las víctimas junto con el resto de sus familias.

De acuerdo con la autopsia, las mujeres fueron apuñaladas, baleadas y recibieron golpes en la cabeza.

Los hermanos Castro están detenidos e imputados de los delitos de doble homicidio calificado y homicidio simple en concurso real. La adolescente que estaba con ellos al momento de su detención está acusada de encubrimiento.

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