Atrapados en la jaula del pasado familiar! -

Las críticas hacen mucho daño a las relaciones de pareja y con los hijos. 

El modo crítica se torna automático, se puede convertir en una necesidad enfermiza de cuestionar a los demás y criticarlos constantemente o en una ceguera para ver lo bueno que hacen, así como los esfuerzos que realizan para cambiar.

Las críticas constantes dañan nuestras relaciones y debemos cambiar ese hábito dañino. 

Aprender mejor a dialogar cuando estemos calmados, sin enojos y en un momento adecuado. 

Evitar culpabilizar al otro y eliminar esa tendencia casi patológica de creer que siempre tenemos la razón. Dejar de asumir rol de sordos frente a las demandas de los demás.

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