Los hechos no son la causa del sufrimiento de las personas, así reflexionaba Epicteto.
La razón de nuestros tormentos y sufrimientos son las interpretaciones que hacemos.
Este concepto es una de las bases del estoicismo y lo usamos mucho en terapia familiar, para cambiar la perspectiva e interpretar la realidad de forma diferente.
Los hechos que han acontecido no los podemos cambiar, pero podemos trabajar en interpretaciones que sean favorables para nuestra salud mental.