El rango de precios oscila entre RD$40 y RD$120, varía dependiendo los ingredientes a elegir.

Santo Domingo, RD.- De pie y rodeado de unas siete personas, Víctor Suero prepara las empanadas de sus clientes. Queso, pollo y vegetales, son los ingredientes más demandados por su clientela que acude cada día a su puesto cercano a la avenida Winston Churchill en el Distrito Nacional.

Si bien numerosas personas prefieren asistir a los restaurantes a degustar su plato favorito, la empanada es un tipo de comida callejera que forma parte de la cultura alimenticia de los dominicanos. Desde las 6:00 hasta las 11:00 de la mañana, Suero vende en promedio unas 150 unidades, cuyos precios dependen de los ingredientes contenidos en su elaboración.

Explica que, con un ingrediente que podría ser queso, la unidad cuesta RD$45; con dos tipos de rellenos asciende a RD$60 y por un “Completo”, es decir, la que contiene pollo, huevo, jamón, vegetales y queso puede totalizar RD$75. En tanto, la más cara cuesta RD$120 y es el doble de un Completo.

Los ingresos de Víctor pueden ascender hasta RD$9,000 dependiendo del tipo de empanada que venda y la cantidad de unidades a las que le de salida, por día. | Lésther Álvarez.

Esto quiere decir que si vende 150 empanadas de RD$40, generará RD$6,000 de ingresos; si es de RD$60 ascenderán a RD$9,000, mientras que las de RD$75 totalizan ventas de RD$11,250 en un día. Asimismo, las de RD$120 ofrecen una retribución diaria de RD$18,000.

El negociante expresa que desde la década de los 2000 destina RD$6,000 para la compra de materia prima en los mercados dominicanos, por ser “la manera más adecuada de mantener los alimentos frescos para vendérselos al público”.

Numerosos dominicanos encuentran en la informalidad la manera de sustentar sus vidas por décadas, mientras que otros ven en los negocios de comida rápida una ocupación con alta demanda, debido a que son alimentos fáciles de elaborar y de precios asequibles para la clientela.

Mercado

Víctor Suero. | Lésther Álvarez.

Después de más de 20 años como “empanadero”, Suero asegura que paga impuestos al momento de adquirir los productos, pero su negocio no está formalizado como tal. “El negocio no me lo exige”, afirma.

Las estadísticas establecen que existe un alto índice de informalidad en el mercado laboral del país. Según datos del Banco Central dominicano (BC), de los 4.3 millones de empleados, 2,293,208 se encuentran en la informalidad, es decir, un 52.1%.

Al desglosar los datos, se evidencia que alrededor del 7.9% de los empleos informales, o sea, 182,370 trabajadores se dedican al sector de hoteles, bares y restaurantes. Los economistas establecen que aquellos que permanecen por décadas en el trabajo no regulado carecen de la protección de la seguridad social y viven de los ingresos del día a día.

“No me gustan los establecimientos físicos, me gustan los negocios informales porque son más atractivos para la gente. Además, vendemos más baratos que los tradicionales”, entiende Suero en conversación con elDinero.

Sin embargo, aconseja a los futuros emprendedores a tener pasión para desarrollar un negocio exitoso. “No es fácil pararse cinco horas frente a un caldero. Para hacer cualquier actividad se necesita amor, pasión y persistencia, porque habrá días buenos y otros malos”, asegura.

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Por El Dinero