En las primeras semanas de septiembre cundió el pánico en el mercado de divisas dominicano. Hubo proyecciones de que antes de finalizar el año terminaría al 70×1. La tasa del dólar había iniciado una trayectoria que alertó a las autoridades de que algo no andaba bien.

La depreciación, un tanto repentina del peso dominicano ante la moneda de Estados Unidos, traía un metamensaje consigo: un desequilibrio que no obedecía, aparentemente, a la lógica ni a las proyecciones oficiales.

Algo había que hacer y rápido. En poco más de dos meses la tasa de cambio pasó de RD$60.04 a RD$64.13. Esto pasó entre el 1 de julio y el 8 de septiembre, es decir, la tasa del dólar aumentó RD$4.09, lo que equivalía a una variación relativa de un 6.8%. La velocidad en que se iba depreciando la moneda local había que frenarla.

Las autoridades monetarias, lideradas por el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu; el ministro de Hacienda y Economía, Magín Díaz; y el superintendente de Bancos, Alejandro Fernández Whipple, hicieron lo correcto. Convocaron a una reunión de urgencia en la que participaron todos los presidentes de la banca múltiple. La situación lo ameritaba.

El pico de la cotización fue el 8 de septiembre, la reunión fue el día 9 y ya el 10 la tasa había comenzado a ceder. Como por arte de magia, pasó de RD$64.13 a RD$64.02 hasta colocarse a 62.13 en un lapso de una semana.

Con la autoridad que le caracteriza y que se ha ganado en casi tres décadas como gobernador del Banco Central, Valdez Albizu expresó a los ejecutivos bancarios que “no hay elementos macroeconómicos que expliquen esta mayor volatilidad, más allá del efecto estacional del mes de septiembre para la compra de inventarios ante las ventas de fin de año, ya que las actividades generadoras de divisas han mantenido su dinamismo, proyectándose ingresos de divisas en más de US$46,160 millones para el cierre de este año”.

También les recordó que se prevé que la inversión extranjera directa (IED) alcanzaría los US$4,860 millones en 2025, cubriendo con holgura el déficit de cuenta corriente proyectado para el año en curso.

Contrario a lo que se pensaría, lo que ha sucedido con la tasa de cambio en los últimos cinco años, según las cifras publicadas del Banco Central, dista de lo que registran las estadísticas en los últimos dos quinquenios en materia de depreciación del peso dominicano frente al dólar.

Entre 2010 y 2014 el dólar pasó de RD$36.84 a RD$43.57, lo que significa un alza absoluta de RD$6.72 en este período, para una apreciación de la moneda estadounidense equivalente a un 18.3%. En los cinco años siguientes, entre 2015 y 2019, la tasa promedio pasó de RD$45.07 a RD$51.34, es decir, el dólar aumentó en RD$6.27%, lo que significa un 13.9%.

De 2020 a 2024, de acuerdo con los datos publicados por el Banco Central, la tasa de cambio promedio pasó de RD$56.59 a RD$59.58, es decir, que en términos reales la cotización del dólar ganó RD$2.99, equivalente a un 5.28%, que podría decirse que es la depreciación promedio anual de los últimos cinco años.

Promedios

Ahora bien, cuando se analiza el promedio anual de cambio de quinquenio, sucede lo siguiente: el cierre del primer ciclo fue de RD$43.57 y el inicio del siguiente fue de RD$45.07, lo que significan RD$1.50, equivalente un alza de transición de período de un 3.4%.

En el siguiente pasó de RD$51.34 a RD$56.59, un alza de RD$5.25, para un 10.2%. En lo que va de 2025 el promedio de la tasa de cambio es de RD$61.10. Si el cierre de 2024 fue de RD$59.58, entonces el movimiento ha sido de sólo RD$1.52, para un 2.6%.

La tasa promedio de cambio entre 2010 y 2014 fue de RD$39.93. Entre 2015 y 2019 terminó en RD$47.92 y en el siguiente fue cerró en RD$56.95. Partiendo de estos datos, la tasa de cambio experimentó una variación menor en el último período cuando se comparan los promedios entre quinquenio.

Para este año, y lo utilizó el gobernador como referencia, en el Presupuesto General del Estado se utilizó una proyección del tipo de cambio promedio de RD$63.11 por dólar estadounidense. ¿Qué ha sucedido en términos reales?

En este orden, destacó que, transcurrido los primeros ocho meses del año, el promedio del tipo de cambio observado se ubicó en torno a RD$61.20, por lo que se encontraría dentro de las previsiones presupuestarias para el resto de 2025.

“La economía continuaría recuperándose de forma gradual durante el resto del año, alcanzando un crecimiento en torno a 3.0% en 2025, pudiendo acelerarse más el ritmo de expansión económica en la medida que se materialice una dinamización importante de la inversión pública y se cuenten con los espacios para continuar flexibilizando las condiciones monetarias”, sostuvo Valdez Albizu.

Durante la reunión con los principales ejecutivos de la banca múltiple, el ministro de Hacienda y Economía, Magín Diaz, manifestó “la determinación del Gobierno dominicano en combatir la desaceleración e impulsar la economía, valiéndose de una absoluta coordinación de las políticas económica, monetaria y fiscal, así como de implementar partidas de incremento de la inversión pública”.

De su lado, el superintendente de Bancos, Alejandro Fernández, manifestó su convencimiento de que “con las medidas monetarias implementadas las tasas de interés han comenzado a disminuir, lo que repercutirá positivamente en la reactivación del crédito del sector privado, que es indispensable para el crecimiento económico”.

El presidente ejecutivo del Banco Popular, Christopher Paniagua, expresó la disposición del sistema financiero dominicano por “apoyar los esfuerzos de las autoridades monetarias en mantener la estabilidad que proyecta nuestro país en los ámbitos monetario, económico, fiscal y cambiario”.

Por su parte, el presidente del Centro Financiero BHD, Luis Molina Achécar, mostró el convencimiento de hallar soluciones, así como buscar y estudiar ideas en conjunto, dirigidas a alcanzar los desafíos del futuro.

Reglamento cambiario

Y como si fuera un guion, a los dos días de la reunión con los ejecutivos de la banca múltiple, como efectivamente había adelantado Valdez Albizu, se conoció y aprobaron los resultados de la modificación del Reglamento Cambiario, proceso sometido a consulta pública en agosto de 2025, con el propósito de promover el orden y la transparencia del mercado cambiario.

Destaca que la modificación persiguió tres objetivos fundamentales. En primer lugar, adecuar el marco normativo del mercado cambiario vigente. Esto permitirá la incorporación de un mayor número de participantes en la plataforma electrónica de negociación de divisas del Banco Central, entre ellos, los intermediarios cambiarios y otras entidades de intermediación financiera. Esto implicará que todas las operaciones de compra y venta de divisas mayores a US$10,000.00 y EUR$10,000 deberán ser reportadas a través de la plataforma electrónica de negociación de divisas de la entidad reguladora.

Con este nuevo Reglamento, según la publicación de las autoridades, el Banco Central dispondrá de una mayor visibilidad sobre las operaciones del mercado cambiario, al captar en tiempo real información más completa sobre precios y volúmenes transados, conforme a los principios de transparencia, eficiencia y efectividad que sustentan la política cambiaria.

En segundo lugar, se establecieron lineamientos de conducta aplicables a todos los participantes del mercado cambiario, orientados a garantizar la mejor ejecución de las operaciones cambiarias, lo cual implica que todos los actores del mercado deben operar en beneficio de sus clientes, garantizando los mejores precios, velocidad en la ejecución de sus órdenes de compra y venta de divisas y transparencia.

Destaca que, en términos prácticos, estos nuevos lineamientos aseguran que las operaciones de compra y venta de divisas se realicen a precios justos y transparentes, evitando desviaciones significativas respecto a la tasa de referencia del mercado.

Señala que estas disposiciones se alinean con estándares internacionales de mejores prácticas, tales como los contenidos en el Código Global de Conducta del Mercado Cambiario, cuya aplicación se extenderá ahora también a intermediarios cambiarios y otras entidades de intermediación financiera.

El Reglamento, de por sí, mantiene una vigilancia más estrecha de los movimientos del mercado cambiario.

Justo a tiempo

El 1 de septiembre, cuando ya estaba activo el proceso de deslizamiento de la tasa de cambio, las autoridades monetarias y fiscales recibieron la misión técnica del Fondo Monetario Internacional (FMI), a propósito de su visita anual para pasarle revista a la economía.

En su declaración final, el FMI expresa que “fortalecer el mecanismo de transmisión monetaria respaldará la normalización de la política monetaria en curso por parte del Banco Central de la República (BCRD)”, al tiempo de saludar “la reciente mayor flexibilidad del peso, cuyo tipo de cambio se mantiene en consonancia con los fundamentos de la economía y políticas prudentes”.

La entidad sugirió continuar con una política fiscal prudente acompañada de medidas para crear el espacio para aumentar la inversión y mantener la deuda en una trayectoria descendente. Pidió impulsar reformas en el sector eléctrico.

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Por El Dinero