El precio de un galón de gasolina en California alcanza los US$6.00, mientras que en el resto de esa nación se vende, en promedio, en US$5.00, durante la última semana.

Hoy en día, y desde casi siempre, el precio de la gasolina es el único que se puede apreciar en gigantes letreros en todos los rincones del mundo. Esto hace que incluso las personas que no conducen, probablemente, tengan una idea bastante clara de lo que cuesta el carburante.

El hecho de que actualmente las gasolinas tengan un promedio de unos US$5 por galón en todo Estados Unidos llama la atención no solo porque es primera vez que alcanza ese precio, sino porque sigue subiendo. Dentro de la economía, esas cifras son “buenas” para comprender el estado del petróleo y su refinación, que está aumentando desde octubre, al alcanzar una cotización de US$120 el barril, frente a los US$70 de hace un año, en promedio. En los últimos 12 meses incrementó en un 64.63%.

Los efectos de aumento se hicieron notar. Mientras en mayo de este año el precio promedio de venta en las estaciones de servicio de combustibles aumentó un 34% desde mayo de 2019, según Earnest Research Company, hubo un 5% menos en ventas en gasolineras en mayo de 2022 que en igual mes de 2019, detalla Energy Information Administration (EIA). Esto quiere decir que los precios aumentaron, pero el número de “recarga” de combustible, empezó a disminuir. En otras palabras, menos personas están comprando.

Aunque aún no llega a su máximo histórico, ajustado por la inflación, estos datos se presentan en momentos en que los precios de la gasolina aumentaron en casi un 50% en los últimos seis meses.

Aun así, para batir el récord de 2008, ajustado en dólares de 2022, tendrían que superar los US$5.33 por galón. En febrero la gasolina en Estado Unidos se vendía en el nivel de US$3.50. Ahora cuesta US$4.897, en promedio para todo el país de América del Norte.

Se habla de promedio porque en los 50 estados de Estados Unidos, el precio es distinto. Esto se debe a múltiples factores y uno de ellos es la ubicación de las refinerías. En los últimos años, el número de estas en Estados Unidos disminuyó de 158 a 141 en 2020.

A principios de 2021, sólo 129 refinerías estaban en funcionamiento. Hoy hay 130 y para ofrecer una perspectiva, en 1982, primer año en el que hay registros de ese conteo, había 254. A eso se añade que la distribución de las refinerías es desigual, ya que intervienen factores propios, como la cantidad de yacimientos disponibles. Estados Unidos divide estas refinerías en cinco regiones llamadas Administración Petrolera para Distritos de Defensa (PADD).

En total, hay cinco PADD; la Costa Este con unas siete refinerías, Medio Oeste con unas 24, Costa del Golfo con unas 52, Montañas Rocosas con 15 y la Costa Oeste, que incluye Hawái y Alaska, con unas 26 refinerías.

La EIA explica que la mayor parte de la gasolina se envía desde las refinerías por oleoductos a las terminales cercanas a las áreas de consumo.
También se entrega en camión cisterna a estaciones de servicio individuales. El precio de estas refleja las condiciones y los factores del mercado local, así como la ubicación del abastecimiento de combustible, además la estrategia de marketing del propietario.

Se añade además los sueldos/salarios, beneficios, equipos, pagos de arrendamiento o alquiler, seguros, gastos generales y tarifas estatales y locales. El número y la ubicación de los competidores locales también pueden afectar los precios. Los impuestos son otro factor que influye en el costo de la gasolina en Estados Unidos.

California, que tiene la más cara del país, también tiene los impuestos más altos. A eso se suman los programas regulatorios destinados a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Solo en febrero, juntos, agregaron alrededor de US$1.27 al costo de un galón de gasolina, según un cálculo de la Asociación de Petróleo de los Estados Occidentales.

En ese momento estaba en unos US$5. Hoy, ostentando todavía el precio más alto, está sobre los US$6 tanto la gasolina regular como la premium. La Federación de Administradores de Impuestos detalla que alrededor del 40% de ese costo proviene del impuesto estatal a la gasolina. California grava el combustible a 51.1 centavos por galón, la segunda cantidad más alta del país después de Pensilvania.

La EIA también detalla que los precios en California son generalmente más altos y más variables que en otros estados porque relativamente pocas fuentes de suministro ofrecen la mezcla única de ese estado. Esto quiere decir que el programa de gasolina reformulada es más estricto para California que para el gobierno federal y ese combustible es más limpio.

Además de California, otros tres estados (Illinois, Hawái y Nevada) tienen precios por arriba de los US$6 para el carburante de alta calidad o Premium, y ningún estado lo tiene por debajo de los US$5. Por su parte, el segmento regular hay 10 estados donde el precio supera los US$5: California, Illinois, Hawai, Nevada, Alaska, Oregón, Washington, D.C., Arizona y Michigan. El resto está a centavo de alcanzar el digito. Por su parte, a la cabeza de los más baratos está Georgia con US$4.401.

Medidas

La actual situación con los precios llevó al presidente Joe Biden a anunciar que está pidiendo al Congreso que suspenda los impuestos federales a la gasolina durante tres meses. Algunos estados ya pausaron sus impuestos a la gasolina. Sin embargo, solo representan el 12% del costo. Es decir, unos 18.4 centavos por galón.

La medida se presenta en momentos que el precio promedio aumentó 37 centavos desde hace un mes, y US$1.89 en un año, según datos de la Asociación Americana del Automóvil.

El presidente Biden llegó al poder prometiendo alejar al país de los combustibles fósiles que contribuyen al cambio climático. Cuando los precios de la gasolina subieron en marzo, la Casa Blanca recurrió a la Reserva Estratégica de Petróleo y ordenó la liberación de hasta un millón de barriles de petróleo por día durante 180 días con la esperanza de satisfacer la demanda. Aun así, los precios de la gasolina se mantienen cerca de máximos históricos.

Petróleo

Que los precios del petróleo y el combustible refinado hayan subido a sus niveles más altos en 14 años, en gran parte se debe a la invasión de Ucrania por parte de Rusia y las sanciones resultantes, así como a un repunte en el uso de energía a medida que la economía se recupera de la pandemia de coronavirus.

Al 20 de junio, los futuros del Brent aumentaron ligeramente, US$0.09, o un 0.08%, ubicándose en US$113.21 el barril, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) cayó US$0.51, o un 0.47%, cotizando en US$109.05, de acuerdo con Oil Price Charts.

Los precios bajos se presentaron luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció que subiría la tasa de interés en 75 puntos base, un ajuste no visto desde hace 28 años, con la finalidad de desacelerar la inflación, que en mayo se ubicó en 8.6%, el punto más alto desde diciembre de 1981.

Estados Unidos es el mayor productor mundial de petróleo y productos derivados. En los últimos años se convirtió en un importante exportador, enviando grandes cantidades a América Latina y Europa. Solo en 2020 tuvo una producción de aproximadamente 16.5 millones de barriles por día. Rusia y Arabia Saudí se situaron en segunda y tercera posición, respectivamente, ambos con más de nueve millones de barriles diarios.

Asimismo, Estados Unidos es el segundo mayor importador del mundo después de China. Eso se debe en parte a que las refinerías estadounidenses a menudo se configuran para procesar tipos de petróleo que son diferentes a los que se producen en los Estados Unidos.

Todos los anteriores factores han influido en el precio del carburante. Que las refinerías estén cerrando y que las compañías petroleras planeen una transición a las energías renovables, impactan la cantidad que la gente termina pagando por la gasolina.

También se suma que, desde el comienzo de la guerra de Ucrania, Rusia vende menos petróleo en parte debido a las sanciones impuestas por la Unión Europea, Estados Unidos y otras economías importantes. Eso reduce la oferta mundial, algo que se traduce en un aumento de los precios.

Subsidio del gobierno dominicano

A la fecha, la tasa de cambio promedio semanal del dólar es de uno por RD$54.84, según el Banco Central, por lo cual, el precio promedio (US$4.897) por el galón de gasolina en Estados Unidos equivaldría a unos RD$270. Ese monto está por debajo de lo que pagan los conductores dominicanos por el carburante. La gasolina premium se vende a RD$293.60 por galón, mientras que la regular a RD$274.50. En la actualidad, el gobierno mantiene un subsidio extraordinario de los hidrocarburos para evitar aumentos en el mercado local.

La medida fue dispuesta con el parámetro de que, mientras el precio del West Texas Index (WTI) esté por encima de US$85 por barril y por debajo de los 115 dólares, el Gobierno mantendrá sin variación los precios internos de los hidrocarburos al nivel del 4 de marzo de 2022. Desde esa fecha, el gobierno dominicano ha destinado más de RD$22,300 millones para contener el precio de todos los combustibles.

Sin el subsidio, al 10 junio del 2022, la gasolina premium hubiese costado RD$ 376.81, mientras la regular RD$ 365.33, sostuvo a la fecha el viceministro de Comercio Interno, Ramón Pérez Fermín, en un comunicado de prensa.

Comparte la Noticia:

Por El Dinero