Ciertas clases de actividad humana y la abundancia de algunas especies de mamíferos en contacto con las personas son claves en la transmisión de decenas de enfermedades.

Los crecientes riesgos de que los virus animales se transmitan a los humanos se deben a diversos factores como la domesticación y la explotación de la vida silvestre por medio de la caza, el comercio, la degradación del hábitat y la urbanización. Brotes de esta clase de enfermedades son un “desafío importante para la salud global”, estima un artículo publicado en Proceedings of The Royal Society.

Siempre tienen más oportunidades de contagiarnos un virus las especies que han podido aumentar su población pese a la expansión humana y adaptarse a paisajes dominados por el ser humano. Los científicos identificaron qué grupos de animales tienen más virus zoonóticos (o sea capaces de transmitirse de ellos a personas) que otras especies y se trata de: especies domesticadas, roedores, primates y murciélagos.

Los virus saltan entre especies cuando hay un contacto lo suficientemente cercano como para permitir la transmisión entre un animal infectado y una persona susceptible”, explicó la autora principal del estudio, Christine Johnson, en declaraciones a la revista digital Newsweek.

“Los animales en contacto inmediato pueden compartir virus con humanos por medio de las microgotas respiratorias o contacto con heces, orina o sangre”, detalló esta epidemióloga de la Universidad de California en Davis. Un mosquito o una garrapata pueden servir como el “vector” de la transmisión y hay virus que se adaptan a esta estrategia de transmisión.

Por primera vez los investigadores tomaron en consideración y relacionaron la abundancia de las especies con la probabilidad del contagio. Su conjunto de datos incluía 142 virus de los cuales se sabe que utilizaron algún animal como huésped antes de llegar al cuerpo humano. De este número, el 50% elige para ese papel a los mamíferos domesticados.

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