Se puede crear una frontera sanitaria desde San Cristóbal hasta el resto del Sur, ya que la región tiene muy pocos casos. 

Controlar las entradas, solo permitir lo necesario para suplir, pero con registro de temperatura y desinfección. Prevenir focos como en San Francisco de Macorís y trabajar con prevención. 

Trabajar con la capital, Duarte y Santiago, para contener y tratar los contagiados.

No me gustan los encierros de ciudades o municipios. Esto es un enfoque estratégico diferente que involucra una gran área del país, permitiendo que los recursos de atención clínica se lleven a las zonas más afectadas. 

Se puede ejecutar con las autoridades locales de Salud Pública de las diferentes provincias, búsqueda activa de casos sospechosos y aislamiento. Así como la investigación de contactos. 

Es un enfoque similar al chino, el cual dejó la epidemia confinada en Wuhan. Es más fácil para las autoridades luchar con uno o dos focos y no con el país completo. 

Debe ser asumido por el Ministerio de Salud Pública y contar con el apoyo del gobierno central.

Pero la estrategia de frontera sanitaria para el sur no es por miedo, ni por falta de solidaridad. Todo lo contrario, es para disminuir los casos y permitir que las autoridades empleen recursos las zonas más afectadas.

La estrategia parte primero de la evaluación, una de las ventajas de las autoridades de salud pública son los pocos casos que tienen las provincias del sur. Situación que debe ser aprovechada manteniendo esa ventaja. 

Con solo permitir la entrada de lo esencial, con medidas de control como temperatura, desinfección y bioseguridad en quienes ingresen.

Wuhan se mantuvo como focal principal en China con la pandemia del COVID-19, entonces protegieron las zonas donde habían pocos casos o no habían.

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