Después que el presidente Luis Rodolfo Abinader Corona anunció que las 31gobernaciones provinciales de República Dominicana tendrían como representantes mujeres, demostrando su valor y compromiso con este sector, el cual cada día toma más fuerza en las decisiones nacional, han surgido algunas contradicciones.
En el caso particular de San Juan, se ha evidenciado una calurosa contradicción por la toma de decisión de quien sería la gobernadora, Elvira Corporan o Ana María Castillo, ambas mujeres que han demostrado liderazgo y trabajo dentro del partido y la población en general.
Elvira Corporan, fue directora del Centro UASD San Juan durante dos periodos, Gerente de la Cooperativa de Maestro durante cinco años; actualmente es la directora de admisión de la UASD; también fue candidata a diputada en las pasadas elecciones del 5 de julio, obteniendo 10, 655 votos los cuales no le pudieron dar la victoria.
Ana María Castillo, educadora, fiel activista de los intereses del Partido Revolucionario Moderno, Regidora en el cuatrienio 2020-2024, ha mostrado interés por dirigir la gobernación provincial.
Es lamentable como existen sectores diferentes al nuevo partido de gobierno, que se han dado a la tarea de utilizar los diferentes medios de comunicación para lacerar la armonía que vive el PRM, denotan con su forma que quieren permanecer en el poder vendiéndose al mejor postor.
Sectores oportunistas que quieren ser “fiel” al nuevo gobierno que recién se instala; la dirigencia del PRM en esta provincia debe ser cautelosa, y saber, que son esas mismas personas que han sido ente de discordia y sobre todo de oportunismo en los gobiernos pasados.
No es verdad, que esta alta dirigencia permitirá que las carcomas que tenemos en nuestra provincia derriben el árbol frondoso que está surgiendo, la cual le dará los mejores frutos anhelados para todos.
La gobernación es una prueba de fuego, la mujer que no tenga suficiente sensibilidad para ganarse la simpatía de toda una provincia, no podrá ejercer unas funciones que tienen mucho de madre protectora.
por: Víctor De Óleo
