El BID presentó estudios sobre buenas prácticas en alianzas público privadas que pueden servir tras el covid-19.
Santo Domingo, RD. – Un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) arrojó que para minimizar impactos de eventos extraordinarios como el covid-19 en proyectos de alianzas público privadas (APP), los gobiernos deben reforzar la trabajar en la continuidad de los proyectos, en especial los que se encuentran en fase de construcción.
El estudio, presentado por el BID durante el congreso anual de la “Red de Análisis y Buenas Prácticas en Asociaciones Público Privadas”, destaca que después de un evento con el covid-19, los riesgos deben ser asumidos por la parte que esté en mejor capacidad de manejarlos en cada momento de la ejecución contractual.
El estudio destaca nueve prácticas que deben ser consideradas: la reasignación dinámica de riesgo, contratos resilientes, capacidad institucional, alivios de liquidez, uniformidad en las soluciones, priorización de los proyectos, coberturas temporales frente a contratos de financiamientos, agilización y facilitación del mercado secundario y repositorio regional de proyectos en APP.
El jefe del equipo APP del BID, Gastón Astesiano, aseguró que el covid-19 profundiza las debilidades que tenía la región en infraestructuras.
“Es claro que nuestra región no tiene las infraestructuras adecuadas para su nivel de desarrollo económico. Para llegar a niveles de infraestructuras con servicios de calidad, tendríamos que triplicar la inversión en el área, pero lamentablemente, la situación fiscal se ha deteriorado con la crisis”, agregó.
La región tiene una tendencia más acentuada que otros países a recortar en inversión y mantenimiento de infraestructura. “Para tener un orden de magnitud, la región saldrá de la crisis a finales del 2022 casi duplicando la deuda pública”, agregó.
El líder de APP del BID citó las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) de que el producto interno bruto de la región se resentirá en un 80%, lo que a su entender, agravará los problemas de infraestructura.
Agregó que sería bueno tener soluciones transitorias, ya que todavía no hay una visión clara de cómo va a salir la región de la situación actual.
Como los problemas de liquidez de los países se verán agravados, los bancos multilaterales deberían jugar un papel fundamental. Explicó que a través de los instrumentos de garantías podrían bajar la incertidumbre.
Destacó que los gobiernos deben pensar en soluciones a corto, mediano y largo plazos. En el corto plazo, tener flexibilidad y rapidez para solucionar los problemas que se plantean en el nuevo escenario. A mediano plazo faltan análisis de forma sistemática que permitan aprender de los procesos.
“Tenemos experiencias que nos muestran que en el nuevo escenario de restricción fiscal podemos ser exitosos atrayendo al sector privado y reduciendo el gasto”, dijo. La región tiene espacio para mejorar en la contratación de obras públicas tradicionales.
Los estudios demuestran que el nivel de eficiencia ronda el 50%, lo que quiere decir que por cada dólar o peso que la región contrata solamente consigue 50 centavos por productos, lo que está por debajo de las naciones en desarrollo, que están por arriba del 70%.