Encarna Piñero, gerente general del consorcio turístico, aborda los desafíos citados por organismo internacional.

La provincia de Samaná, conocida por su oferta turística centrada en sus recursos naturales, como playas de libre acceso, montañas, saltos, lagunas y ríos rodeados por el mar, enfrenta desafíos en su sostenibilidad turística. Según un reciente estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la gestión de los destinos turísticos en Samaná presenta deficiencias significativas.

“En la dimensión de gestión se observa poca coordinación entre los destinos que integran Samaná, los tipos de turismo de la provincia y los diferentes eslabones de la cadena de valor turística”, señala el informe de la CEPAL.

El estudio resalta que existen deficiencias en las capacidades técnicas para la gestión de destinos y una falta de inclusión de los actores turísticos en la planificación y toma de decisiones. Además, se observa un deficiente cumplimiento de normas de ordenamiento territorial y permisos de operación y construcción.

En ese sentido, Encarna Piñero, gerente general de Grupo Piñero, que tiene una inversión superior a los US$1,000 millones en 14 hoteles en la República Dominicana, incluidos dos en Samaná, expresó a elDinero que lo temas cruciales como la gestión de residuos y la inclusión social en el desarrollo turístico, son los principales ejes a enfrentar para superar los desafíos en la provincia.

”El tema de los residuos, el tema de la parte social, hay que atraer el talento, crear también escuelas como lo que decía la los estudios superiores de turismo y todo eso haría que todo este círculo se mejorase”, dijo a este medio.

Playa El Valle, Samaná. – Unplash.

Piñero resaltó la necesidad de abrir un gran debate sobre estos asuntos, reconociendo que “con el esfuerzo de todos podemos mejorar de una forma fácil”. Sin embargo, también enfatizó la importancia de dedicar recursos tanto económicos como humanos para convertir esta visión en una realidad palpable que evolucione con el tiempo.

“Esto es un gran debate y me alegro de verlo de que hay alguien que lo ha estudiado porque realmente necesitamos que haya esa conciencia global de que con el esfuerzo de todos podemos mejorar de una forma fácil”, dijo, al tiempo que indicó que no es tan complicado porque “intención hay, pero hay que dedicar recursos tanto económicos como humanos para que esto sea una realidad y que evolucione”, agregó, al ser entrevistada durante en el DATE.

Según el informe de la CEPAL, Samaná cuenta con el Plan para el Desarrollo Económico Local, el cual se recomienda revisar y actualizar, así como fortalecer sus mecanismos de difusión, participación, implementación y monitoreo. Además, Las Terrenas cuenta con su propio plan estratégico.

En cuanto a la dimensión socioeconómica, durante la pandemia por covid-19, Samaná emergió como un destino para el mercado local debido a su oferta de alojamientos de baja densidad y áreas protegidas. Esto llevó a nuevas inversiones en segundas residencias y al crecimiento de la oferta de alojamientos privados en plataformas. Sin embargo, se observan problemas de contaminación y afectación de ecosistemas debido a la débil implementación del plan de ordenamiento territorial.

Además, la oferta de formación y servicios de salud en Samaná es limitada, lo que requiere que las personas interesadas en niveles técnicos y profesionales deban trasladarse a otras zonas del país. Se observan también limitaciones en la accesibilidad para personas con discapacidad y prácticas discriminatorias basadas en género.

En la dimensión sociocultural, aunque existen importantes atractivos culturales en la provincia, no están vinculados con la estrategia turística ni se han plasmado en una estrategia de conservación y rescate del patrimonio cultural. Además, no se encuentran gestores o guías culturales para recorrer los sitios culturales.

En cuanto a la dimensión ambiental, el estudio cita que se enfrentan retos como el acceso estable a agua potable, la gestión de aguas residuales y la gestión de residuos sólidos. Aunque se observan dificultades en la gestión de áreas naturales protegidas, algunas empresas turísticas participan en la conservación de espacios marino-costeros mediante iniciativas de sostenibilidad ambiental.

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Por El Dinero