El ave tiene semejanzas con un esqueleto desenterrado en la isla griega de Creta, pero no es idéntico y tampoco tiene coincidencias con la fauna actual.
Huesos fosilizados y huellas en el barro son los restos con los que un científico australiano cree haber descubierto una especie a partir de una antigua pintura que salió a la luz en el siglo XIX.
El fresco, proveniente de una tumba del conjunto de Meidum, que se remonta a la Cuarta Dinastía del Reino Antiguo de Egipto (cuando se construyeron las grandes pirámides de Guiza), representa a varios gansos, dos de los cuales no tienen semejantes en la fauna actual. El original restaurado de esta pintura se encuentra ahora en el Museo Egipcio de El Cairo y, al observarla, el biólogo Anthony Romilio, de la Universidad de Queensland, prestó su atención al par de aves de pecho rojizo.
La obra, de hace aproximadamente 4.600 años, reprodujo con muchos detalles el patrón del plumaje que destaca a estos gansos, bastante llamativo y diferente al que tiene la especie más parecida de las existentes hoy en día: Branta ruficollis. El doctor Romilio admite que nunca se han encontrado huesos de un ganso de pecho rojo en ningún sitio arqueológico egipcio, pero la pintura deja bastante claro cómo eran.
“Al parecer, nadie se dio cuenta de que representaba una especie desconocida”, afirmó el investigador en declaraciones al sitio web universitario. “Curiosamente, se han encontrado huesos de un ave similar pero no idéntica en Creta“, dijo y añadió que para los zoólogos esta imagen egipcia se convierte en “la única documentación de este ganso con un patrón distintivo, que ahora parece estar globalmente extinto”.
Romilio recordó que Egipto no siempre fue predominantemente desértico y tenía “una historia de biodiversidad, rica en especies extintas”, puesto que dicha civilización surgió cuando el Sahara era verde y estaba cubierto de praderas, lagos y bosques. Hasta el momento, dijo, la ciencia ha identificado “relativamente pocas” especies de animales abundantes en esos ambientes y ahora extintas.
La identificación se hizo posible debido a un preexistente sistema de criterios que cuantifica las características clave de aves y el científico la califica de muy eficaz para identificar especies. Respecto al arte, destaca su papel como “registro gráfico de animales desconocidos en la actualidad”, que incluye asimismo al ancestro del ganado bovino moderno, el uro, y formas desconocidas de gacelas, órices, antílopes y burros.
El artículo científico fue publicado en la versión digital del Journal of Archaeological Science (edición de abril próximo). El ganso de pecho rojizo forma parte también del catálogo ‘Guía a los animales extintos de Antiguo Egipto’, publicado por Romilio este mes.