El economista plantea que la reforma fiscal sigue siendo una tarea pendiente.

La economía dominicana mantiene un buen desempeño en comparación con otros países de la región, debido a que su crecimiento ha sido una constante en los últimos 30 años.

Sin embargo, este dinamismo sigue sin reflejarse en una actividad informal más reducida. Todo lo contrario. “Está muy estudiado que el factor que más contribuye a reducir la informalidad en las economías a largo plazo es el crecimiento. Aquí somos de las economías que más crecemos, pero la informalidad sigue siendo más de la mitad” señaló el economista y exdirector de Impuestos Internos, Magín Díaz.

Calificó este hecho como “un problema serio” porque la falta de formalización implica menores ingresos para el Estado (lo que se traduce en una capacidad de maniobra presupuestaria limitada) y más carga sobre los contribuyentes que ya pagan sus impuestos.

Durante la disertación “Retos/riesgos que enfrenta la economía dominicana en el corto y mediano plazo”, realizada en el marco del II Foro Económico elDinero, Díaz señaló que República Dominicana enfrenta una problemática fiscal estructural que sigue dejando sobre la mesa la necesidad de implementar una reforma tributaria para subsanarla.

En efecto, datos recopilados por el autor muestran que el crecimiento de los ingresos totales del Estado (que incluye las recaudaciones tributarias, no tributarias y donaciones) ha promediado 14.3% respecto al producto interno bruto (PIB) en los últimos 22 años.

Solo en 2007 y en 2015 las recaudaciones superaron el 16% y, si bien es cierto que en 2021 estos ingresos representaron un 15.1% del PIB, las proyecciones al término de este año y las que siguen hasta 2026 auguran que la cantidad de dinero que entra a las arcas del Estado continuará sin variación.

Díaz explica que esto ocurrirá porque, pese a que los ingresos totales aumentaron 1.4 puntos porcentuales más en 2021 que lo percibido hace cuatro años atrás (pasando de 14.2 a 15.6), la emergencia de la pandemia generó más deuda y más necesidad de gasto.

“Hay un problema estructural de que los gastos son más altos que los ingresos, (por lo que) el crecimiento económico en el país no resuelve el problema fiscal”, sostuvo el también director de EcoMod. Indicó a modo de ejemplo que desde la década de los 90 hasta hoy, República Dominicana ha convergido en crecimiento con los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

No obstante, la brecha en tributación se mantiene porque, apenas comenzó el período de más fuerte convergencia en crecimiento respecto a los países desarrollados en 2005, el flujo de recaudaciones tributarias se ralentizó.

Como consecuencia, la brecha de la informalidad sigue estando lejos de cerrarse: el 58% de la economía es informal, un porcentaje que ha presentado ligeras variaciones en los últimos ocho años. “¿Cuáles son las implicaciones de este reto? La deuda no va a bajar y vamos a tener que seguir viviendo con el problema cuasi fiscal porque la forma de resolverlo es que haya un superávit en el Gobierno”.

A los riesgos de seguir lidiando con las consecuencias de un contexto fiscal marcado por gastos cada vez más elevados y una informalidad más persistente, se suma el decrecimiento de la inversión pública en los últimos años, lo que reduce el presupuesto que se destina a la consecución de obras de infraestructura y de interés social.

Díaz dijo que el Estado dedicaba el 4% del PIB en infraestructura hace 10 años, pero que el gobierno actual está destinando solamente el 2%.

“Eso se está reflejando y se está viendo. Hace falta más infraestructura en el país que el sector privado no va a hacer y que tampoco hará el Gobierno. Eso es parte de la restricción presupuestaria” a la que hay que prestar atención, dijo.

Sin embargo, reconoció que el panorama no es tan sencillo como pedirle a las autoridades que invierta de nuevo ese 4%, porque subir la inversión traerá consigo más déficit y deuda, “algo que el Gobierno tampoco quiere” en este momento.

Retos de la economía dominicana

El economista enumeró 10 retos que tiene por delante la economía dominicana.

  1. Haití. Su crisis ha aumentado la migración irregular.
  2. Contexto global. Marcado por recesión y altas tasas.
  3. Inflación. La alta inflación ha persistido por más de 2 años.
  4. Salarios. Los salarios han perdido poder adquisitivo.
  5. Sector eléctrico. Afectado por el aumento de precios.
  6. Problema fiscal. Sigue faltando una reforma estructural.
  7. Presión tributaria. Ocurre de manera sectorial.
  8. Resolución. Problemáticas económicas requieren soluciones de fondo, no solo financieras.
  9. Corrupción. Impacta el crecimiento y las inversiones.
  10. Desigualdad. Crece la delincuencia y afecta bienestar.

La política monetaria evitó inflación llegara al 15%

La pandemia del covid-19, el conflicto bélico ruso-ucraniano y, con todo ello, el alza de las materias primas ha hecho que República Dominicana permanezca bajo un choque inflacionario más persistente de la historia reciente.

En todo ese panorama, la política monetaria del Banco Central dominicano ha jugado un papel determinante para frenar el sobrecalentamiento de la economía, a través de una medida restrictiva de alzas en las tasas de interés, combinado con los aportes realizados a través de los subsidios.

Para el economista Magín Díaz, que ha visto cómo la inflación dominicana ha fluctuado entre el 8% y el 10% en los últimos dos años, “si el Banco Central no interviene y el Gobierno no da RD$60,000 millones en subsidios, la inflación habría superado el 15%”.

Durante su ponencia “Retos/riesgos que enfrenta la economía dominicana en el corto y mediano plazo”, el experto resaltó que la institución monetaria ha tomado decisiones congruentes con el contexto internacional, marcado por el alza de las tasas de interés de los demás bancos centrales para mantener sus expectativas en este indicador económico. Además, “para que la gente no espere que esa inflación vaya a seguir en el futuro, para que los contratos y los salarios no se negocien ahora y que esa inflación se haga permanente”.

En el marco del II Foro Económico elDinero, Díaz enumeró 10 retos que enfrentará la economía dominicana durante el próximo año.

Pese a estas tareas pendientes por enfrentar, como la crisis migratoria de Haití, el contexto internacional incierto o la presión de los aumentos salariales, el también director de EcoMod resalta que la economía dominicana tiene virtudes que le permitirán sortearlas, como uno de los países con mejor desempeño financiero de América Latina y el Caribe, así como cosechar en su transcurso “un alto crecimiento económico y pocas crisis”.

Licitación previa aliviaría impacto alzas hidrocarburos

El aumento de los precios de los combustibles derivados del petróleo como consecuencia de una alta inflación que afecta a los mercados globales se convertirá, tarde o temprano, en una carga que al Estado se le hará difícil amortiguar de cara al próximo año.

Para el economista Magín Díaz, este choque pudiera ser aún peor en el 2023. “En los próximos meses existe una posibilidad real de que no podamos adquirir gas natural a precios competitivos”, manifestó, resaltando que el precio del gas natural se encuentra por encima de los US$200 el millón de BTU.

En ese sentido, el experto considera que una licitación anticipada de los contratos a futuro de los hidrocarburos permitiría mitigar la fluctuación de los precios que tendrán a lo largo del tiempo.

Explicó que la falta de esta planificación ha tenido serias consecuencias en materia de gasto para el Estado. “Eso es lo que ha pasado aquí: Vencen algunos contratos a buenos precios en los próximos meses, no se hicieron las licitaciones a tiempo y no hay tiempo de conseguir gas”, agregó.

El sector energético representa casi la mitad del déficit del Gobierno en los últimos 20 años. Solo en el 2022 significará US$1,600 millones de transferencia, “o incluso más”, puntualizó Díaz.

El economista lamentó que no se perciba una mejora en la gestión de las empresas, en vista de que la recuperación de efectivos a las cobranzas van bajado y las pérdidas de energía han aumentado.

Este factor será una de las principales limitantes que tendrá la economía dominicana de cara al próximo año y que necesitará una intervención para evitar que se siga creando “un serio problema” para las finanzas públicas.

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Por El Dinero