El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia denunció este sábado que el ataque de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra la ciudad de Bélgorod y sus alrededores perpetrado la víspera fue “un acto terrorista de intimidación planificado con antelación y preparado cuidadosamente”.
Según la Cancillería rusa, cinco civiles murieron y 46 personas resultaron heridas, entre ellas siete menores, a consecuencia del bombardeo, que se llevó a cabo con municiones racimo disparadas desde lanzacohetes RM-70 Vampire, de fabricación checa.
Se precisa que el Comité de Investigación de Rusia ha abierto una causa penal contra las fuerzas ucranianas por acto terrorista. “Todos los organizadores y autores de este y de otros crímenes de la junta de Kiev serán castigados inevitablemente de acuerdo con la ley“, reza el comunicado del Ministerio de Exteriores.
Asimismo, el organismo arremetió contra los países occidentales que suministran “armas mortales” al régimen de Kiev: “Occidente, supuestamente civilizado e ilustrado, pero que, en realidad, apoya a los nazis, hace la vista gorda ante sus sangrientas atrocidades y proporciona armas letales a los cínicos asesinos que han criado”.
También lanzó un llamamiento a otros Gobiernos y estructuras internacionales para que “condenen enérgicamente este brutal atentado terrorista y se distancien públicamente del régimen de Kiev y de sus manipuladores occidentales que cometen estos crímenes”.
“El bombardeo insensato y brutal de zonas pobladas en Donbass, en las regiones de Bélgorod, Kursk, Jersón y Zaporozhie, Crimea y otras regiones rusas, y la matanza despiadada de civiles dan testimonio de la agonía del régimen criminal de Zelenski, impregnado de terrorismo, anarquía, corrupción y cinismo, que en su ira impotente busca matar al mayor número posible de rusos”, subrayó la Cancillería.