La Policía de Nigeria ha puesto a sus agentes en estado de máxima alerta y está dispuesta a pedir refuerzos al Ejército, en medio de las violentas protestas contra la supuesta mala gestión del Gobierno y la crisis de hambre, informa Reuters.
Al menos cuatro personas murieron y otras 34 resultaron gravemente heridas durante una explosión ocurrida el jueves en las manifestaciones en el estado de Borno, de acuerdo con la información compartida por el inspector general de la Policía, Kayode Egbetokun. Enfrentamientos entre la ciudadanía y las autoridades se han reportado en varias ciudades importantes del país.
“Hemos registrado incidentes de ataques no provocados contra el personal de seguridad, en los que se ha denunciado el asesinato de un policía y heridas graves a otros”, afirmó Egbetokun, añadiendo que también se habían reportado saqueos y disturbios a locales comerciales y propiedades privadas.
El pasado jueves, los nigerianos iniciaron una manifestación de diez días, para protestar contra el elevado coste de vida y la crisis de seguridad, culpando a las reformas del presidente Bola Tunibu y acusando a su administración de corrupción. Según los datos de la Oficina Nacional de Estadística, actualmente la tasa de inflación del país se sitúa en un 34,19 %, con una inflación de los alimentos superior al 40 %.
Las fuerzas del orden han disparado gases lacrimógenos contra los manifestantes en varios estados y más de 400 personas han sido detenidas. En un comunicado de Amnistía Internacional publicado el viernes se denunció la muerte de al menos 13 manifestantes en una represión policial “injustificada e inaceptable”, y se instó una investigación al respecto.