Los premios anuales en los que votan los miembros de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA) suelen producir buen material para el debate. Pero lo que ocurrió con la votación para Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1999 llevó las cosas a otro nivel.

Cuando un votante recibe la boleta para el JMV, se encuentra con una lista de lineamientos a tomar en cuenta, uno de los cuales es “el valor actual de un jugador para su equipo, entendiendo eso como la fortaleza de su ofensiva y defensa”. Número 2 en la lista es “número de partidos jugados”, lo que puede atentar contra los lanzadores en consideración. De cualquier forma, también se apunta que “no hay una definición clara” de más valioso, añadiendo que “depende de cada votante” decidir quién fue el JMV para su liga.

Con respecto a la controversia de la votación del JMV de Liga Americana en 1999, la siguiente frase en la boleta terminó siendo la más importante:

Tenga en cuenta que todos los jugadores son elegibles al JMV, incluyendo a lanzadores y bateadores designados.

El puertorriqueño Iván “Pudge” Rodríguez terminó siendo el ganador en una votación bien cerrada, superando al dominicano Pedro Martínez por 13 puntos. Martínez recibió más votos al primer lugar con ocho, uno de los seis jugadores nombrados en el primer puesto en al menos una de las 28 boletas.

Martínez ganó la Triple Corona del pitcheo y tuvo una temporada legendaria, dejando marca de 23-4 con 2.07 de efectividad y 313 ponches contra apenas 37 boletos en 213.1 innings. Ganó el Cy Young de la Americana por unanimidad, pero cuando se revelaron los resultados del JMV, sorpresivamente terminó segundo detrás de Rodríguez, quien ni siquiera fue el JMV de los Rangers esa temporada para los miembros de la BBWAA de Dallas-Fort Worth.

Entonces, ¿cómo ganó Pudge?

Dos votantes dejaron a Martínez completamente fuera de sus boletas, costándole los puntos necesarios para llevarse el premio. Si Martínez hubiese recibido otro voto al primer lugar, o ese par de electores lo hubiesen ubicado de cuarto o mejor, habría ganado.

Un votante dijo que “no era alguien de votar por lanzadores para el JMV”, mientras que el otro creía que Nomar Garciaparra (quien de hecho tuvo mejor WAR que Pudge, aunque no que Pedro) y el manager Jimy Williams fueron más valiosos para los Medias Rojas que Martínez.

En un esfuerzo por ver si en verdad hubo justicia, MLB.com les pidió a 16 de sus escritores que votaran por el premio en aquella ocasión. Sabiendo lo que se sabe hoy sobre la forma en la que se evalúa a los jugadores, ¿habrían sido diferentes los resultados?

La puntuación utilizada fue la misma que la de la BBWAA: Un voto al primer lugar vale 14 puntos. Del segundo al décimo, el valor es de 9-8-7-6-5-4-3-2-1 puntos, respectivamente. Y para mantener este simulacro más o menos basado en la misma realidad de 1999, los votantes sólo podían considerar a los 19 jugadores que recibieron votos al JMV aquel año.

1) Iván Rodríguez, C, TEX

2) Pedro Martínez, L, BOS

T-3) Roberto Alomar, 2B, CLE

T-3) Manny Ramírez, RF, CLE

5) Rafael Palmeiro, BD/1B, TEX

El nuevo Top 5

1) Pedro Martínez, L, BOS

2) Manny Ramírez, RF, CLE

3) Derek Jeter, SS, NYY

4) Iván Rodríguez, C, TEX

5) Roberto Alomar, 2B, CLE

 

LO QUE PASÓ…

La temporada de Martínez en 1999 es una de las mejores en la historia para un lanzador, especialmente en una era ofensiva en la que los números parecían de videojuego. Consideren esto: De los 13 bateadores que terminaron entre los mejores 15 de la votación real hace más de dos décadas, todos tuvieron al menos 100 empujadas y OPS de.900 o más, mientras que nueve de ellos dieron por lo menos 30 cuadrangulares

Para poner la campaña de Martínez en perspectiva, la efectividad de 2.07 del quisqueyano fue más de una carrera mejor que la de David Cone, quien terminó segundo en la Americana con 3.44. Las 23 victorias de Pedro fueron cinco más que las de cualquier otro serpentinero en el Joven Circuito, mientras que sus 313 ponches fueron 113 más que los de Chuck Finley, el único otro lanzador del Joven Circuito en ponchar a 200 rivales esa campaña.

Rodríguez, por su parte, fue 11mo en jonrones, 14to en empujadas, séptimo en promedio de bateo y 19no en OPS. La excelencia defensiva de Pudge ayudó a su causa, por supuesto: Sacó al 54.7% de los corredores que le salieron al robo.

Quizás Martínez haya sido penalizado por el hecho de que los Medias Rojas, que ganaron 94 juegos, no conquistaron la División Este de la Liga Americana, terminando a 4.0 juegos de los Yankees y quedándose con el Comodín. Pero Jeter terminó sexto, el mejor ubicado entre los jugadores del equipo de Nueva York aquel año.

Rodríguez – quien se convirtió en apenas el cuarto en ser JMV sin recibir la mayoría de los votos al primer lugar – dividió votos con su compañero de equipo, el cubano Palmeiro, quien fue elegido como JMV de los Rangers por la división local de la BBWAA. Texas conquistó ese año la División Oeste de la Americana antes de ser barrido por los Yankees en la Serie Divisional.

Pudge sacó siete votos al primer lugar por cuatro de Palmeiro, mientras que el puertorriqueño Alomar y el dominicano Ramírez, compañeros de equipo en unos Indios que ganaron la División Central con 97 triunfos, se llevaron cuatro cada uno. Alomar y Ramírez terminaron empatados en el tercer puesto, mientras que Palmeiro finalizó quinto en la votación.

LOS MÁS BENEFICIADOS EN ESTA “SEGUNDA VUELTA

Martínez fue el obvio ganador de este ejercicio, terminando primero tras recibir 13 de los 16 votos al primer lugar. Los otros fueron para Ramírez (2) y Alomar (1), mientras que esas tres boletas tenían todas a Martínez de segundo. En la votación real de 1999 con 28 electores, Martínez se llevó 18 votos entre el segundo y el séptimo, además de los dos que lo dejaron completamente fuera de sus papeletas.

Jeter, quien terminó sexto en la elección de 1999, finalizó tercero en esta segunda vuelta, llevándose seis votos al segundo y seis al tercero. Su WAR de 8.0 en aquella temporada fue el mejor de su carrera. Viendo las cosas en retrospectiva, es sorpresivo que no le haya ido mejor.

Aunque el primer lugar de Martínez en la nueva elección es el salto más significativo, nadie mejoró tantos puestos como el venezolano Omar Vizquel. El gran campocorto finalizó 16to en el proceso de 1999, pero 11mo esta vez, el cambio más grande para cualquier jugador.

¿QUÉ APRENDIMOS?

La temporada de Pudge fue excelente, pues 35 jonrones con 113 carreras empujadas y .914 de OPS son números estelares en cualquier época. Su promedio de bateo de .332 fue el mejor para un receptor desde 1936, mientras que su defensa detrás del plato fue de las mejores de la historia.

Sin embargo, hubo muchas quejas cuando Rodríguez superó a Pedro en la votación al JMV en 1999. Basados en los resultados de nuestra votación, las molestias eran justificadas.

Ganar un JMV como serpentinero es bastante difícil, pues los lanzadores abridores disputan muchos juegos menos que los jugadores de todos los días. Para 1999, ningún abridor había sido JMV desde Roger Clemens en 1986, y sólo dos — Justin Verlander (2011) y Clayton Kershaw (2014) – lo han hecho en los 21 años que han pasado desde entonces.

Dada la explosión ofensiva de aquella temporada de 1999, la inmaculada campaña de Martínez, una en la que dominó a los bateadores como no lo hizo ningún otro lanzador, fue mucho más que extraordinaria.

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