El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, está en el centro del escándalo político por caros regalos de su donante personal más importante y miembro del Partido Laborista, el multimillonario Lord Alli, a su esposa Victoria Starmer.
Lord Alli, expresidente de la tienda de ropa en línea Asos, abonó los servicios de un comprador personal para Lady Victoria, así como ropa de marcas caras y arreglos, reporta The Sunday Times.
Ahora el jefe del Gobierno británico podría enfrentarse a una investigación por incumplir las normas parlamentarias, al no declarar aquellos regalos hechos, según se cree, tanto antes como después de que Starmer asumiera el cargo.
Según la guía del código de conducta de los parlamentarios británicos, deben registrar “cualquier beneficio otorgado a un tercero, independientemente de que este acompañe o no a un beneficio para él o ella” si el beneficio se otorga debido a su “pertenencia a la Cámara de los Comunes o actividades parlamentarias o políticas”.
“Sin duda alguna, los millones de pensionistas que tienen que elegir entre la calefacción y la comida aprovecharían la oportunidad de recibir ropa gratis para mantenerse calientes tras el cruel recorte de los laboristas”, comentó el Partido Conservador sobre la polémica.
A lo largo de este año, Lord Alli también ha regalado a Keir Starmer ropa de trabajo y varios pares de gafas por valor de 18.685 libras esterlinas (unos 24.500 dólares), y ha gastado 20.000 libras (unos 26.200 dólares) en su alojamiento durante la campaña de las elecciones generales y una suma similar en los gastos de su “oficina privada”. A diferencia de los regalos a su esposa, los suyos sí fueron declarados.