Moca.-La crianza de cerdos, sustento de decenas de familias en el distrito municipal Las Lagunas de Moca, se ha convertido en un calvario para los pequeños y medianos productores, quienes denuncian estar siendo víctimas de lo que llaman “una persecución injusta” por parte de inspectores de la Dirección General de Ganadería (DIGEGA).

Con gritos de protesta, los porcicultores narraron cómo, de manera recurrente, se les confiscan animales y se les imponen multas que oscilan entre los 80 mil y 100 mil pesos las cuales supuestamente se pagan en cuentas de banco a nombre de particulares, por lo que alegan que, en muchos casos, estas sanciones no tienen justificación legal y que, tras la incautación, los cerdos terminan siendo sacrificados y revendidos en carnicerías de la zona.

“Ellos nos tienen acorralados. Un atraco es lo que ellos no están haciendo porque uno no puede mover un puerco por ningún lado”, manifestó afectado por la situación.

Otro precisó que en una ocasión hizo el pago de la multa, sin embargo, no recibió sus animales de vuelta. Solo le entregaron el vehículo en donde estos iban a bordo.

“Ellos lo matan y se lo venden a otros”, denunció.

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Hasta el momento, la Dirección General de Ganadería no ha ofrecido una versión oficial sobre estas acusaciones. Mientras, la indignación de los porcicultores crece y amenaza con extenderse hacia otras comunidades de la provincia Espaillat y la región del Cibao.

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