Los padres debemos ver profundo en nuestros hijos y descubrir el potencial dormido.
Sólo quien ama puede ver ese talento escondido en los hijos que para aflorar necesita la genialidad y persistencia de padres que se esfuerzan en criar hijos disciplinados, responsables y con hábitos de persistencia.
Sin buenas rutinas y sin disciplina es difícil hacer despertar el talento y la genialidad que duermen en nuestros niños y adolescentes.
Maestros y padres pueden ser la chispa inspiradora de muchos niños. Otras figuras pueden ser de motivación para niños resilientes que crecen con su talento en condiciones de adversidad extrema.
Tener fe en nuestros hijos los puede llevar al infinito cuando esa fe se mezcla con obras.
Una mujer afroamericana, soltera con dos hijos, pobre, que no sabía leer y que tenía algunas dificultades en su salud mental logró un milagro difícil de imaginar. Al llegar a la casa y ver a sus dos mediocres hijos despilfarrando tiempo, frente al televisor, les avisó nuevas reglas en la familia.
Solo programas educativos con tiempo limitado y la obligación de leer entre uno y dos libros por semana, con informes de lecturas de esos textos. Desconocían los hijos que su madre no sabía leer.
Esa mujer fue la madre del jovencito mediocre, indisciplinado y violento que con disciplina y amor cambió y se convirtió en el mejor neurocirujano pediátrico del mundo, el doctor Ben Carlson.