El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y el exmandatario de Bolivia, Evo Morales, afirmaron que con la decisión del Supremo Tribunal de Justicia de Brasil se termina la “persecución” política del líder del PT.
Varios dirigentes del progresismo en América Latina han expresado su conformidad con la decisión del Supremo Tribunal de Justicia (STF) de Brasil, que este lunes anuló todas las condenas por corrupción contra el expresidente Luiz Inácio Lula Da Silva, en el marco de la Operación judicial Lava Jato.
A poco de conocerse la resolución del juez Edson Fachin, que declaró “incompetente” al tribunal federal de Curitiba que sentenció a Lula en tres causas diferentes, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, celebró que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) “haya sido rehabilitado en todos sus derechos políticos”. Y es que, con la decisión, el exmandatario podría participar en los comicios de 2022.
“Se anularon las condenas en su contra que fueron dictadas con el solo fin de perseguirlo y eliminarlo de la carrera política. ¡Se hizo Justicia!”, escribió el mandatario desde su cuenta de Twitter.
En julio de 2019, cuando Fernández se encontraba en plena campaña electoral, visitó a su “amigo” Lula en la cárcel de Curitiba, en el estado de Paraná, donde se encontraba detenido.
En varias oportunidades, el mandatario argentino denunció que al exgremialista se lo había perseguido judicialmente para que no pudiera participar de las elecciones de 2019, comicios que, sin participación de Lula como favorito, permitieron el triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro.
El expresidente boliviano Evo Morales también se refirió al hecho como la culminación de “una sañuda persecución y lawfare [guerra jurídica] de la derecha con fines políticos“. “Gran alegría en la patria grande”, señaló desde la misma red social.
El exsecretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el colombiano Ernesto Samper, se sumó a la celebración de la decisión y afirmo que “la anulación de las causas pendientes” contra Lula “cierra un vergonzoso capítulo de politización de la justicia (lawfare) en Brasil que se [viene] replicando en otros países de la región contra otros dirigentes progresistas“.
Desde Chile, el fundador del Partido Progresista Marco Enríquez Ominami, consideró que con esa decisión se “desarmó la trama del Lava Jato”.
Y añadió: “No solo está libre, también vuelve a ser elegible. Ganó la democracia y el pueblo brasileño. ¿Donde están las disculpas de todos quiénes se sumaron con su silencio al montaje contra Lula?”.
Como contrapartida, Bolsonaro rechazó este lunes la medida judicial que beneficia a su rival político y se mostró “sorprendido”.
“Nos sorprende esta decisión porque el accionar delictivo de esa administración (de Lula) le quedó clara a la sociedad. El PT hizo una administración catastrófica, desvíos de Petrobras. Creo que el pueblo no quiere tener un candidato como este en 2022 o pensar en elegirlo, vean como subió el dólar o la bolsa”, dijo Bolsonaro a CNN Brasil.