Pavel Isa aclara que antes de la pandemia, había muchos retos pendientes.

Santo Domingo, RD.-El Gobierno dominicano supo sortear de manera efectiva una combinación de medidas fiscales y monetarias, a los fines de evitar una profundización mayor de la crisis económica durante la pandemia del 2020 y de recuperar la economía durante el 2021. Los resultados se expresan en los niveles de crecimiento que exhibe el país.

Sin embargo, el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Pavel Isa Contreras, aprovechó su participación en el Foro Económico elDinero 2022 para hacer una reflexión mucho más profunda: “no basta con la recuperación, es preciso superar el estado de normalidad anterior a la pandemia”.

Y no es para menos. Isa Contreras detalló que, tras la recuperación, en 2021, con un crecimiento económico de 12.3%, en el presente año han surgido nuevos desafíos, especialmente el de la inflación, que tiene una incidencia más externa por los efectos de la crisis entre Rusia y Ucrania, lo cual hace más difícil paliar sus efectos con medidas fiscales y monetarias internas.

Aún así, es mucho lo que se ha logrado. El funcionario citó dos acciones de inversión estatal que evitaron y evitan mayores males: el primero fueron los programas de inversión social durante la pandemia, con lo cual se evitó que la pobreza aumentara más de lo que, en efecto lo hizo, al pasar de 21.4% a 27.5%. De no haber sido por los programas de inversión social y subsidios al empleo, la pobreza habría alcanzado un 35.7%.

En segundo aporte a destacar es el correspondiente a este año, pues para paliar los efectos de la inflación, el Gobierno ha invertido, hasta noviembre, RD$55,960.7 millones en subsidios a los combustibles, sector eléctrico, alimentos básicos y materia prima para la producción de otros bienes. Eso es aproximadamente 0.9% del producto interno bruto (PIB) y todavía no concluye el año.

¿Por qué no satisface?

Pavel Isa presentó la exposición: “República Dominicana, balance y perspectivas macroeconómicas 2022-2023”, en donde señaló que volver a la normalidad, previo a la pandemia no es suficiente, debido a que en ese momento, el país estaba en condiciones de desigualdad social, alto desempleo, elevada informalidad laboral y desbalance fiscal.

“Transformar crecimiento con exclusión y degradación ambiental en crecimiento con inclusión y sostenibilidad” debe ser la meta país, según el ministro de Economía.

El problema, expresó, es que antes de la pandemia había una cantidad importante de problemas por superar para mejorar la condición de vida de la gente. “No estábamos bien, antes de la pandemia, por lo que volver a la normalidad no es suficiente”, dijo el funcionario.

Recordó que es preciso superar la alta participación de empleo informal y precario, en procura de la formalidad laboral; superar el crecimiento insuficiente de los niveles salariales en la formalidad; el desempleo social precario en indicadores de mortalidad infantil y materna, calidad y cobertura de la educación básica, acceso a agua potable y saneamiento, e inseguridad ciudadana.

También está el desafío del deterioro ambiental y la alta vulnerabilidad ante los choques externos del cambio climático.

Otras tareas pendientes

El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo fue específico en destacar la buena combinación de las autoridades monetarias y fiscales para hacer efectivas las medidas de control inflacionario.

De un lado, el Banco Central ha estado apretando con el aumento de la tasa de política monetaria, lo cual implica un incremento en el costo del dinero para reducir la demanda interna, pero, además, se ha procurado presionar una apreciación del peso frente al dólar por el orden de un 7.2%.

Sin embargo, a partir del próximo año, es posible que el proceso de devaluación regular anual de la moneda local retorne a los tiempos anteriores, toda vez que no se puede producir una apreciación constante, porque se afectaría la competitividad de los sectores productivos generadores de divisas.

De otro lado, el Gobierno ha aplicado medidas de tipo fiscal, como una mayor disciplina en el gasto público y la asignación oportuna de fondos de asistencia, en forma de subsidios a los combustibles, lo cual evitó que la inflación esté en cinco o seis puntos porcentuales sobre el nivel actual. También se dispuso un mayor subsidio al sector eléctrico para congelar la tarifa. Así, se han evitado protestas sociales y la economía crece.

Proyecciones de crecimiento

Los técnicos del Ministerio de Economía estiman que el crecimiento este año será de 5.3%, mientras que para el 2023 se espera que sea de 4.5%. Sin embargo, el ministro Isa Contreras aclara que se trata de proyecciones conservadoras, debido a que posiblemente este año el crecimiento será mayor, tomando en cuenta que en enero-septiembre marcaba 5.5%.

En tanto que para el 2023, los resultados van a depender de los posibles cambios que se registren en el ámbito internacional.

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Por El Dinero