La Flacso entiende que el país debe ser más consistente en la conquista de los mercados de su entorno

República Dominicana podría mantener una relación comercial de mayor volumen con los mercados de su entorno de todas las islas de las Antillas; pero, hasta la fecha, su intercambio de mercancías en la región se encuentra dominado por el flujo de las exportaciones hacia Haití y Puerto Rico, y sus importaciones de combustibles desde Trinidad y Tobago.

Para 2018, según datos de la Dirección General de Aduanas (DGA), el país exportó a Haití mercancías diversas por un valor de US$883.1 millones, mientras que a Puerto Rico envió US$562.3 millones. Las importaciones desde ambos destinos sumaron US$13.4 millones y US$221.6 millones.

En cambio, el país compró US$319.9 millones a Trinidad y Tobago y vendió a ese mercado productos por un valor de solo US$31.3 millones.

Las exportaciones hacia Haití, Puerto Rico, Cuba, Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Bermudas, Dominica, Granada, Islas Caimán, Islas turcas y Caicos, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Las Granadinas, y Santa Lucía alcanzaron los US$1,655 millones y las importaciones los US$612.6 millones, un balance positivo que reafirma las oportunidades que tiene el país si mostrara mayor empeño en los mercados de su entorno.

Para el economista Pavel Isa Contreras, el Caribe conforma una región a la que República Dominicana tendría que considerar como la de mayor prioridad para las exportaciones de su industria nacional. “Necesitamos que este país exporte, y exportar no significa solo zonas francas, sino empresas nacionales que operan bajo el régimen nacional; y si hay un mercado que debe ser priorizado, porque es donde más fácil podemos llegar, con más posibilidades, es el mercado regional, por eso hay que desarrollar una estrategia manufacturera con ese objetivo”.

Isa Contreras recuerda que la producción de zonas francas, a diferencia de la de la manufactura local, llega sobre todo a países ricos porque son empresas que forman parte de cadenas globales de distribución. “No son empresas (las zonas francas) nacionales. De capital nacional no son muchas, las hay, pero no son muchas, y son contratistas de transnacionales”, dice.

Algunos funcionarios de la gestión de Danilo Medina se refirieron a una Mesa de Exportación del Caribe que tenía la intención de encaminar acciones para convertir el país el “Supermercado del Caribe”. Pero existen escasos datos sobre ese propósito oficial.

En la Caricom

La firma del Acuerdo de Libre Comercio entre la República Dominicana y la Comunidad del Caribe (Caricom) se produjo en agosto de 1998 y entró en vigencia en diciembre de 2001, apunta un informe difundido el año pasado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM).

El ministerio explica, en su informe de seguimiento al desempeño de República Dominicana dentro de los distintos acuerdos comerciales, que en 2017 se situaron en US$146.3 millones las exportaciones al mercado del Caricom, en el que el país participa con Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Montserrat, Surinam, Trinidad y Tobago, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y Granadinas y Santa Lucía. La cifra representó un aumento de un 11.7% respecto a los US$131 millones de 2016.

Las importaciones desde la Caricom representaron US$34.8 millones en 2016 y aumentaron un 10.5% para subir a US$34.8 millones en 2017, según el MICM. “Los exportadores dominicanos y de la Caricom tienen la oportunidad de elegir entre la aplicación del Acuerdo de Asociación Económica con Europa (EPA) o el Acuerdo de Libre Comercio Caricom-República Dominicana para realizar sus intercambios de bienes”, resalta. “De esta forma se permite el libre acceso de un grupo determinado de productos originarios de dichos países”, añade.

El MIC destaca que el 72% de las exportaciones dominicanas a la Caricom se concentra en los tres principales socios comerciales: Jamaica, Trinidad y Tobago y Guyana, con valores por US$61.4 millones, US$28.2 millones y US$15.6 millones en exportaciones durante 2017. Las siguen Barbados, con US$9.3 millones, y Surinam, con US$7.0 millones.

Además, que los principales rubros exportados hacia el bloque son el cemento Portland (US$9.7 millones), aceites livianos, ligeros y preparaciones (US$7.9 millones) y preparaciones para salsas (US$7.8 millones).

Mientras, las importaciones de productos distintos a los derivados del petróleo se incrementaron en un 10.5% en 2017, cuando alcanzaron los US$35 millones.

“En términos porcentuales, esta fue la mayor tasa de crecimiento reportada dentro de la totalidad de las importaciones de República Dominicana en el año 2017, a nivel de bloques, no teniendo esto efectos importantes en el comercio debido al bajo peso relativo de las importaciones provenientes de la Caricom, la cual concentra el 0.4% del total importado del Área de Tratados”, plantea el informe del MICM, elaborado por su Dirección de Administración de Acuerdos & Tratados Comerciales Internacionales (Dicoex).

El Dicoex explica que los países del tratado del Caricom tienen pendiente establecer los Comités de Negociación en materia de Propiedad Intelectual, Inversiones y Comercio de Servicios.

Destaca que se está aplicando la reciprocidad en materia de preferencias arancelarias entre las naciones más desarrolladas de la Caricom (Jamaica, Trinidad y Tobago, Guyana, Surinam y Barbados), mientras los demás países “todavía no lo están aplicando, pese a que en 2004 se venció el plazo, en donde se establecía que el arancel a pagar para hacer comercio con dichos países era el de la Nación más Favorecida (NMF)”.

Explica que todavía no se inician las negociaciones de las Listas de Servicios, cuya competencia recae en la Comisión Nacional de Negociaciones Comerciales (CNNC), presidida por el Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex).

El economista Isa Contreras entiende que las relaciones con las naciones de la Caricom son más frías después de que el Tribunal Constitucional de República Dominicana dictara la Sentencia 168-13, el 23 de septiembre de 2013. La decisión validó que la Junta Central Electoral (JCE) negara la expedición de duplicados de actas de nacimiento a personas de ascendencia haitiana que ya estaban asentadas en el Registro Civil, lo cual desencadenó contra el país una andanada diplomática y de orgnismos de Derechos Humanos.

“La lectura que le dieron a la sentencia en el Caribe fue muy negativa, como la sentencia lo es. Muchos gobiernos del Caribe le dieron una lectura muy negativa porque entendieron que esa sentencia se derivaba de una postura prejuiciosa, antihaitiana, racista que permea a la sociedad dominicana”, dice.

“La sentencia provocó que la Caricom y las sociedades de los países del Caribe angloparlante adoptaran una actitud adversa y generarán una animadversión contra República Dominicana en varios Estados y en sectores de opinión de esas sociedades”.

Dificultades de transporte

El economista Iván Ogando Lara, director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en República Dominicana, recuerda que existen diversos factores históricos, económicos y culturales que influyen en el distanciamiento del país con su entorno de las Antillas.

“La diversa configuración colonial de los territorios del Caribe, unida a la dispersión geográfica que impone el carácter insular de la región, resultó en una fragmentación política y cultural que imposibilitó una fluida comunicación e intercambio entre los distintos territorios coloniales”, dice.

Recuerda que, como plantea el historiador Frank Moya Pons, “tampoco la modalidad de economías de plantación que predominó entre estos territorios favoreció el desarrollo de un comercio intra-regional que propiciará nexos económicos entre ellos”.

Resalta que, pese a las diversas limitaciones en cuanto a transporte y sus costos, la Caricom, como bloque, representa alrededor entre el 4 al 5% del total de las exportaciones de bienes del país. “De hecho, se exporta más a los 14 países de la Caricom, sin incluir a Haití, que lo que se exporta a Centroamérica”.

Esto “es un hecho muy significativo”, dice, si se toma en cuenta que la población de la Caricom, siempre sin Haití, llega solo a alrededor de 7 millones de habitantes, mientras la de Centroamérica, sin Panamá ni Belice, supera los 40 millones.

Entiende que el de la Caricom “es un comercio que no hace mucha bulla, aunque su potencial puede ser mayor si se implementaran los acuerdos comerciales vigentes, ya que el poder adquisitivo promedio de los habitantes de la mayoría de los países del bloque, es bastante alto, sin contar una población flotante bastante significativa debido al turismo que reciben”.

Ogando Lara entiende que República Dominicana debe aprovechar ese mercado, con promoción y diligencias diplomáticas para hacer que se cumplan los acuerdos.

La Dicoex informó en junio de 2018 que trabajaba en varios temas coordinación con la Caricom, los cuales tenían que ver con reglas de origen de productos, en especial respecto al tejido no de punto; el calendario de productos agrícolas, la aplicación de la reducción de aranceles de los países menos desarrollados del bloque y la entrada temporal de personas de negocios.

Para Ogando Lara el país también tiene que “vencer los recelos de muchas de las islas hacia el tamaño de la economía dominicana, a la cual ven como una competencia gigante para sus empresas locales”. Reconoce que “ha habido diversas iniciativas nacionales, pero todas han carecido de continuidad y consistencia en el tiempo. Caribbean Export, como agencia regional, también ha jugado un papel importante en la promoción y acercamiento, pero debe intensificarse”.

 

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Por El Dinero