En 2016 entró en vigor el Acuerdo de París, cuya meta es limitar el calentamiento global a 1,5 ºC en comparación con los niveles preindustriales.

La industria automotriz venderá cerca de 400 millones más de vehículos diésel y de gasolina para 2040 de lo que sería compatible para cumplir con el objetivo climático, según un estudio publicado este jueves por la organización no gubernamental Greenpeace.

En 2016 entró en vigor el Acuerdo de París, un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante cuyo objetivo es limitar el calentamiento global a muy por debajo de 2 grados centígrados, preferiblemente a 1,5 grados, en comparación con los niveles preindustriales.

Concretamente, se prevé que el fabricante de automóviles japonés Toyota venda 2,6 veces más vehículos convencionales de lo establecido para frenar el calentamiento global, es decir, un exceso de unas 63 millones de unidades.

Por su parte, se estima que Kia Motors (propiedad del conglomerado surcoreano Hyundai) venderá 2,4 veces más (39 millones de vehículos), mientras que el fabricante alemán Volkswagen y la compañía estadounidense General Motors superarían la cifra recomendada de venta de coches en 2,1 y 1,6 veces, lo que equivale a 43 y 13 millones de unidades, respectivamente.

¿Qué recomiendan?

Ferrari proyecta lograr la neutralidad en carbono para 2030

Ferrari proyecta lograr la neutralidad en carbono para 2030

El documento indica que en todo el mundo las regulaciones climáticas limitan cada vez más la venta de vehículos de gasolina y diésel, por lo que los fabricantes de automóviles tradicionales que no logren una transición oportuna a los vehículos eléctricos se enfrentan a potenciales activos inmovilizados y corren el riesgo de una pérdida significativa de cuota de mercado.

Por ello, la ONG recomienda que, con la finalidad de evitar una “catástrofe climática”, los fabricantes de automóviles pongan fin de inmediato a la inversión en tecnología de motores de combustión interna y eliminen de manera gradual la venta de automóviles y furgonetas nuevas de gasolina y diésel en Europa para 2028 y, en el resto del mundo, para 2030.

Asimismo, sostiene que también es necesario reducir la frecuencia y la cantidad total de viajes que realizamos con coches particulares, priorizar un transporte público asequible y accesible que funcione con energía renovable, mejorar la infraestructura para ciclistas y peatones, y desarrollar los servicios para compartir vehículos.

Autor

Comparte la Noticia: