El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, culpó del ataque a «milicias respaldadas por Irán». Sin embargo, el comandante de la Fuerza Quds negó las acusaciones.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazó a la República Islámica de Irán después de un ataque contra la Embajada norteamericana en la capital de Irak, Bagdad, perpetrado el domingo pasado.
A principios de esta semana Reuters reportó que en ese ataque contra la misión diplomática fueron usados «al menos ocho cohetes Katiusha» que «cayeron en la Zona Verde fuertemente fortificada de Bagdad«, causando algunos daños menores. La mayoría de los proyectiles alcanzaron un complejo residencial y un puesto de control de seguridad dentro de la zona, dañaron edificios y automóviles e hirieron a un soldado iraquí, según el medio.
Trump respondió al ataque publicando una foto en Twitter que supuestamente mostraba tres cohetes que se usaron en el ataque, pero no fueron lanzados.
«Nuestra Embajada en Bagdad fue alcanzada el domingo por varios cohetes. Tres cohetes no se lanzaron. Adivina de dónde eran: Irán. Ahora escuchamos parloteo sobre ataques adicionales contra estadounidenses en Irak», escribió el mandatario. «Un consejo de salud amistoso para Irán: si un estadounidense es asesinado, responsabilizaré a Irán. Piénsalo bien».
Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, culpó del ataque a «milicias respaldadas por Irán».
El actual comandante de la Fuerza Quds iraní, el general Ismail Qaani, visitó Bagdad el martes y se reunió con el primer ministro iraquí Mustafa Al-Kadhimi. Según reportó Axios, Qaani negó que Irán o las milicias chiitas tuvieran «algún papel» en los últimos ataques a la Embajada de EEUU.
Tanto Axios como Reuters informaron que Pompeo, el secretario de Defensa interino Chris Miller y el asesor de seguridad nacional Robert O’Brien, se reunieron en la Casa Blanca para presentarle a Trump opciones en respuesta al ataque. Una de las posibilidades es cerrar la Embajada, informó Axios citando a fuentes anónimas «familiarizadas con las discusiones».
Reuters citó a un funcionario anónimo que solo dijo que todas las opciones estaban «diseñadas para no provocar escaladas y para disuadir más ataques».