Científicos han recreado en laboratorio algunos fenómenos atmosféricos de Titán que pudieron haber ocurrido en la Tierra en el pasado.

Las condiciones ambientales de Titán, la mayor luna de Saturno, consistentes en una mezcla de nanopartículas sólidas suspendidas en una atmósfera rica en nitrógeno, han sido reproducidas en un laboratorio suizo por un equipo que afirma que una neblina semejante bien podía haber rodeado la superficie de nuestro planeta hace unos 2.800 millones de años.

Antes de que el oxígeno fuera abundante en la atmósfera terrestre, es posible que el componente mayoritario, el nitrógeno, estuviera mezclado con metano y otros hidrocarburos sencillos, formando compuestos de hidrocarburos con nitrógeno. Los experimentos suizos de simulación confirmaron que esto es, precisamente, lo que sucede en Titán al generar e identificar una variedad de moléculas.

Según la explicación de los autores de esta simulación, recogida el mes pasado en The Astrophysical Journal Letters, el sedimento obtenido bajo los efectos de ionización de los dos componentes básicos de la atmósfera del mayor satélite de Saturno incluían macromoléculas orgánicas bastante complicadas. La microscopía de alta resolución que utilizaron los científicos encontró de 3 a 10 anillos pentagonales aromáticos en la estructura de algunas de ellas, complejidad que creció en cascada a lo largo de la simulación.

La neblina anaranjada de Titán es un fenómeno derivado de la suspensión permanente de las nanopartículas en la mezcla de gases que las genera. En condiciones de laboratorio, este proceso atmosférico fue recreado por medio de descargas eléctricas dentro de un recipiente de acero inoxidable, sin exponerlo a las temperaturas exactamente coincidentes con las originales, por lo que los compuestos resultantes se sedimentaron en el fondo.

Los componentes de la neblina de Titán se conocen como tolinas, un término acuñado en la década de 1970 para designar la materia orgánica primitiva presente en algunos planetas, exoplanetas y en sus satélites cuando no tengan indicios de vida. El microscopio construido en Zúrich ha permitido identificar más de 100 moléculas de estas tolinas y sacar imágenes de resolución atómica de una docena de ellas.

Por primera vez, los científicos han ido más allá en la comprensión de los procesos químicos de la atmósfera de Titán de lo que permite la espectroscopia de masas, que revela las proporciones relativas de los diversos elementos, pero no los enlaces ni la estructura de cada compuesto. Debido a una nueva herramienta para el análisis de materiales astrobiológicos, “vemos aquí la arquitectura molecular de compuestos sintéticos similares a los que se cree que causan la neblina naranja de la atmósfera de Titán”, valoró el investigador de la NASA Conor Nixon en un blog redactado por dos coautores del estudio suizo.

Según los científicos, la mayor de las lunas de Saturno puede contener pistas sobre las primeras etapas de la evolución de la vida en la Tierra que se encontrarían, precisamente, en la neblina.

Científicos de la NASA anunciaron el pasado mes de octubre que habían identificado en la atmósfera de Titán una molécula basada en carbono que nunca se había detectado en ninguna otra atmósfera: ciclopropenilideno. Se trata de un hallazgo “inesperado” de un compuesto que podría ser precursor de otros más complejos que podrían derivar en formación de vida, según los expertos.

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