Azua.-Moradores del sector Punta de Garza, en el distrito municipal El Rosario, provincia Azua, viven momentos de tensión ante el inminente paso de la tormenta tropical Melissa. El anuncio del COE de que el fenómeno impactará con fuerza el sur del país desató el pánico entre las familias, que comenzaron a tomar medidas desesperadas para proteger sus pertenencias.

Algunos cargaban electrodomésticos hacia zonas más altas o seguras, mientras otros recurrían al ingenio: amarraban sogas en los techos para colgar camas, ropa y otros objetos de valor, intentando evitar que el agua se los lleve. “Aquí cuando llueve fuerte esto se vuelve un lago, y no precisamente el Enriquillo”, dijo entre ironía y preocupación una residente.

Una señora fue vista saliendo de su vivienda con un televisor al hombro, mientras un hombre llevaba una silla de oficina. Escenas como estas se repiten en cada rincón de Punta de Garza, una comunidad que ya ha sufrido en el pasado los embates de ciclones y tormentas que dejan más angustia que agua potable.

Ángel María Céspedes, comunitario del sector, señaló que en muchas casas el caballete parece una tienda improvisada, llena de objetos colgados para evitar que se mojen o se pierdan. “La gente está alerta, porque aquí ya sabemos lo que viene. Cada año es lo mismo”, expresó.

Dilenia Rodríguez, otra residente, afirmó que el ambiente que se vive es de verdadero temor. “Con este pánico que hay, uno entiende bien lo que dice el dicho: ‘Guerra avisada no mata soldado’. Pero aquí lo que hay es una guerra de agua”, dijo.

En medio de la desesperación, una envejeciente se aferró a la esperanza y a su pala. Llenó varios sacos de arena y los colocó en la entrada de su casa para evitar que el agua entre “como ladrón en la noche”, según sus propias palabras.

Mientras tanto, El Rosario sigue en alerta máxima. La gente no duerme esperando lo peor, rogando que esta vez el agua no arrase con sus recuerdos, su esfuerzo… ni sus sueños.

Comparte la Noticia: