Santo Domingo, RD.- Micro, pequeñas y medianas empresas de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca representan el segundo sector con más incidencia.

La importancia de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) se manifiesta en varias dimensiones, como por ejemplo su participación en el número total de empresas y en la creación de empleo. No obstante, el territorio o localidad donde realiza su actividad la es un factor que puede limitar su desarrollo.

Así lo determina un informe de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), que detalla que la actividad económica con mayor concentración se ubica en el sector del comercio, con un 41.8% de las mipymes, seguido del sector agropecuario, que concentra el 13.9%.

Sectores

El comercio, como actividad socioeconómica, consiste en el intercambio de bienes y servicios, tanto a pequeña como a gran escala. Tal como detalla Observatorio de Comercio Interno, elaborado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), ese sector es de gran relevancia para la economía dominicana, tomando en cuenta su aporte al producto interno bruto (PIB), al empleo, al ingreso fiscal y a su desempeño social.

De hecho, indica que el dinamismo o el estancamiento de la actividad comercial, es el termómetro del comportamiento de la economía. Entre las actividades económicas que lideraron el desempeño en términos de valor agregado durante el 2022, el comercio aportó 5.4%.

Respecto al segundo sector económico en el que más aportaron valor agregado las mipymes en términos reales, la actividad agropecuaria mostró un crecimiento interanual de 5.0% al cierre del 2022, resultado del comportamiento exhibido por la agricultura (6.1) y la ganadería, silvicultura y pesca (3.2%), de acuerdo con datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD).

Otros datos del informe de la ONE detallan que el 11.2% de estos negocios pertenece a “otras actividades de servicios”. En esta última se encuentran actividades como los salones de belleza, las barberías, reparaciones de equipos como teléfonos celulares o enseres domésticos, entre otras actividades de servicios personales.

De igual manera, detalla que los hombres se vinculan más a talleres de ebanistería, mecánica, colmados, bancas de apuestas, barberías, reparación automotriz o venta de automóviles, accesorios y repuestos. Por su parte, las mujeres desempeñan su actividad empresarial/laboral en la elaboración de alimentos y bebidas, confección de textiles, venta de ropa, zapatos y accesorios, salones de belleza, centros de uñas y masajes o prestación de servicios educativos.

Por su parte, “alojamiento y servicio de comidas” representa el 11.1%, mientras que “industrias manufactureras” apenas el 6.9%. En menor medida estuvieron “transporte y almacenamiento” (3.2%), “actividades profesionales, científicas y técnicas” (2.9%), “financieras y de seguro” (1.8%) y “construcción” (1.7%).

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Por El Dinero