La investigación, centrada en mujeres embarazadas en Tanzania, sugiere que el tratamiento antiviral de por vida parece prevenir la transmisión del virus al bebé.
Eliminar la transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) de madre a hijo sería posible gracias al tratamiento antiviral de por vida de mujeres positivas, concluye un nuevo estudio publicado la semana pasada en The Lancet HIV.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó hace alrededor de ocho años un régimen conocido como Opción B + para la prevención y el tratamiento más sencillo y efectivo del VIH durante y después del embarazo en países de ingresos bajos y medios. En el marco de este programa, a las mujeres embarazadas que viven con VIH se les ofrecen tratamientos antirretrovirales lo antes posible durante el embarazo y luego de por vida.
Ahora, investigadores del Instituto Karolinska (Suecia), de la Universidad de Salud y Ciencias Afines de Muhimbili (Tanzania) y de la organización sin fines de lucro Management and Development for Health han analizado la eficacia a largo plazo de la Opción B + en mujeres embarazadas en Dar es Salaam, la mayor ciudad de Tanzania.
La investigación incluyó datos de 10.161 mujeres embarazadas con VIH que habían comenzado un tratamiento antiviral en el programa Opción B + para prevenir la transmisión viral a sus bebés durante el embarazo.
Los resultados mostraron que hasta el 90 % de las mujeres que participaron en el estudio habían suprimido los niveles virales incluso cuatro años después de comenzar el tratamiento con la Opción B +. Según los autores del estudio, estos resultados sugieren que se puede lograr el objetivo de la OMS de eliminar la transmisión de madre a hijo.
Esperanza y desafíos
“Nuestro estudio confirma los beneficios duraderos para la salud del TAR [tratamiento antirretroviral] de por vida para las mujeres que toman la Opción B + durante el embarazo y, por lo tanto, también para sus bebés”, asegura en un comunicado el autor principal de la investigación, Goodluck Lyatuu, del Departamento de Salud Pública Global del Instituto Karolinska.
Al mismo tiempo, los resultados también apuntan a otros “desafíos importantes”, que incluyen centrarse en algunos subgrupos de mujeres, como madres jóvenes, madres que comienzan la atención prenatal de forma tardía durante el embarazo y madres con VIH avanzado, admite Lyatuu.
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