Los sectores de izquierda claman por unas elecciones que se lleven a cabo este año, mientras que el Gobierno y la derecha piden que sean en abril de 2024.

Si en algo coinciden los partidos antagónicos en Perú es en que deben adelantarse las elecciones generales. Sin embargo, el juego se traba porque la derecha y el Gobierno consideran que deberían ser en 2024, para afinar los detalles necesarios; mientras que la izquierda propone que se celebren este año, ante la urgencia de la crisis social y política que se vive en el país tras la destitución del expresidente Pedro Castillo.

En Perú, el periodo presidencial como el parlamentario es de cinco años, por lo que tanto el mandato ejecutivo como el periodo legislativo culminaban en 2026, lo que en el caso de la presidencia ya no podrá ocurrir.

Sobre la mesa están las propuestas de diversos sectores sobre cuándo deberían volver los peruanos a las urnas. Desde el Congreso, las bancadas mayoritarias fujimoristas y de la derecha impulsan abril de 2024, como el momento idóneo para hacerlo. El Gobierno ha manifestado su acuerdo con esta propuesta, a pesar de estar liderada por los partidos que lo adversan duramente.

Mientras tanto, las minorías en el Parlamento, compuestas por partidos de izquierda, apuntan a que los comicios sean este año, como una medida acelerada para calmar la situación en las calles, en medio de las protestas que ya han causado más de cincuenta muertos.

¿Qué propone el Congreso?

El pasado 20 de diciembre, el pleno del Congreso aprobó el adelanto de elecciones generales para abril del 2024, lo que significaría que el mandato de Dina Boluarte terminaría el 28 de julio de ese año. Sin embargo, resta realizar una nueva votación sobre este aspecto en una nueva legislatura.

El presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, sostuvo una reunión esta semana con la directiva del Parlamento para tratar el tema electoral. En el encuentro también participaron los ministros de Justicia y Derechos Humanos, José Tello; de Defensa, Jorge Chávez y de Interior, Vicente Romero, recoge El Comercio.

Al finalizar la reunión, Otálora aseguró que los parlamentarios le manifestaron su “predisposición de un cronograma y la etapa o tramo final para conseguir la definición del Congreso sobre esta segunda votación”.

Congreso de PerúTwitter @congresoperu

Nos vamos satisfechos con el cronograma que se ha establecido, que ahora sí recoge el alto sentido de la urgencia que reclama la situación del país”, dijo.

Aunque el Parlamento ya hizo su primera votación en diciembre, se espera que vuelva a hacerlo próximamente porque la decisión es una reforma constitucional y así lo requiere.

El nuevo año legislativo, cuyo inicio estaba previsto para el 15 de marzo, fue adelantado para el 15 de febrero, tras una votación a favor en la Comisión de Constitución del Legislativo. 

El presidente del Congreso, José Williams Zapata, dijo que esta decisión allanará el camino para la segunda votación del adelanto de elecciones, aunque aún no hay fecha definida para ello.

“Ayuden a Perú”

En una intervención virtual ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Boluarte dijo que había solicitado al Congreso el anticipo de los comicios “lo antes posible”. 

“Ayuden al Perú a encaminar su destino a través de elecciones libres”, pidió a los países de la región que conforman ese bloque, que le ha dado un espaldarazo.

La mandataria también afirmó que su prioridad es que haya unas elecciones “libres, democráticas y con todas las garantías con la observación de la OEA”.

“Es la única salida posible a la crisis, que a la vez es pacífica, constitucional y consistente con la tradición de la OEA y la región. Ayuden al Perú a encaminar su destino a través de elecciones libres”, sostuvo.

El mismo llamado lo había hecho a mediados de enero y en diciembre pasado, a pesar de que hubo una modificación del mes propuesto para el sufragio.

La presidenta de Perú, Dina BoluarteTwitter @presidenciaperu

En sus mensaje a la nación del 14 de enero, Boluarte pidió al Parlamento acelerar la fecha de la segunda votación necesaria para definir cuándo serían las elecciones generales y así lograr que la “población sepa una fecha cierta”, recoge El Comercio.

En esa alocución, donde pidió perdón por las muertes ocurridas en su país en el contexto de las protestas que exigen su salida, aseguró que no pretendía quedarse en el poder.

En diciembre pasado, la mandataria dijo que aunque los tiempos “calzarían para abril de 2024”, si se hacían “reajustes” las votaciones podrían ser en diciembre de este año. En esa oportunidad descartó cualquier fecha antes de ese plazo, según El Comercio.

Para sus críticos, esta coincidencia es una concesión a las peticiones del fujimorismo y de los sectores de la extrema derecha, que tanto adversaron a su predecesor.

Las voces regionales

Aunque pareciera que abril va a posicionarse como la fecha posible para los nuevos comicios, según los resultados de la votación de diciembre en la Congreso, varias autoridades regionales pidieron un plazo menos laxo.

El gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, que integra el Consejo Directivo de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR), junto a sus pares de Arequipa, Rohel Sánchez, y de Cusco, Werner Salcedo, presentaron a la presidencia del Legislativo una propuesta para que las elecciones generales sean este año.

Tras recibirlos, el presidente del Congreso, se comprometió a reunirse con la comisión de Constitución para evaluar un “ajuste de los plazos”. Según los gobernadores regionales, la medida evitaría “mayor derramamiento de sangre“.

“A la crisis política, se aúna la crisis económica y psicológica”, dice la ANGR en un trino.

Sánchez informó que se habían reunido con el Jurado Nacional de Elecciones y con la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) para que evaluaran sus propuesta y que las autoridades comiciales les dijeron que era posible “llevar un proceso de elecciones este año” con ciertas condiciones, según RPP.

Perú Libre y Juntos por Perú

Pero ninguna de esas fechas propuestas convence a la izquierda, mientras se atiza el conflicto en las calles. La congresista de Perú Libre Margot Palacios puso julio como plazo máximo para que los peruanos asistan a votar, recoge RPP.

“Es mucho tiempo hasta el 2024 frente a la situación que estamos viviendo. Tenemos más de 50 muertos en este gobierno. Desde la bancada de Perú Libre creemos que la solución tiene que ser inmediata y política“, aseveró.

El partido izquierdista también propone que en los comicios se incluya el referendo sobre la Asamblea Constituyente.

La policía con gases lacrimógenos en protestas en Lima, Perú, el 26 de enero de 2023Klebher Vasquez / Gettyimages.ru

Estas declaraciones demuestran que en el seno del partido de Gobierno hay diferencias con Boluarte sobre la fecha a escoger.

Por su parte, la coalición Juntos por el Perú publicó un comunicado en su cuenta de Twitter donde exigen la renuncia de Boluarte porque “su gobierno errático ha perdido toda legitimidad”. Del mismo modo, pide que se convoquen elecciones en los próximos seis meses.

¿Por qué esperar más de un año?

El Congreso, con mayoría fujimorista, y el Gobierno han coincidido en la fecha de adelanto de comicios, que parecieran posponerse hasta abril de 2024 por lógicas burocráticas del Legislativo, ya que las autoridades electorales todavía no se pronuncian de manera oficial al respecto.

Pedro Castillo

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El congresista de Fuerza Popular Arturo Alegría dijo a RPP que este plazo servirá para llegar a consensos, hacer reformas políticas y cambiar “las reglas del juego” para evitar “fricciones” entre el Ejecutivo y el Legislativo. Mientras que, por otro lado, el parlamentario Hernando Guerra no descarta una cuarta postulación de Keiko Fujimori a la presidencia, recoge La República. 

Aunque el clamor en las calles es por unas prontas votaciones, el parlamentario considera que esta propuesta para abril de 2024 dará “tranquilidad a la actual situación política”.

Mientras tanto en las protestas, donde no hay un liderazgo visible ni una organización partidista al frente, las exigencias de los campesinos del sur y el oriente del país es “que se vayan todos“, lo que incluye tanto al poder Ejecutivo como Legislativo, y que las muertes ocurridas en las protestas no queden impunes.

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