El 61% trabaja para un empleador y el 11% es independiente, según la OIM

El 88.5% de los venezolanos establecidos en República Dominicana desarrolla alguna actividad económica (61% contratados por un empleador y 11% independientes). Sin embargo, sus ingresos “son muy bajos”, advierte la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

“Se presenta limitado el acceso (de los venezolanos) a derechos laborales por su condición migratoria irregular. Esta situación limita la inclusión en el sistema de protección social ante la Tesorería de Seguridad Social (TSS) para acceder de forma asegurada a salud, riesgos profesionales y pensión, entre otros derechos laborales”, indica un monitoreo de la OIM.

Plantea además que el 11% de los inmigrantes venezolanos se encuentra desempleado. Ninguno se identificó como estudiante, mientras el 0.4% lo hizo como retirado o pensionado y el 0.1% como voluntario.

Previo a establecerse en República Dominicana, el 52.7% era empleado, un 23.9% trabajador independiente, un 13.5% estudiantes y 9.3% desempleado, apunta. “De los empleados o contratados para algún tipo de trabajo, el 82.79% responde no haber recibido el pago acordado, un 16.95% si recibió su pago acordado y el 0.26% prefiere no responder”, dice.

Cifras oficiales de Venezuela establecen que para 2011 en esa nación vivían 11,399 dominicanos. Pero ese flujo migratorio cambió de dirección en los últimos años.

República Dominicana albergaba a principio de este año unos 28,500 inmigrantes que salieron de Venezuela presionados, en su mayoría, por la crisis económica que padece su país, la cual agrava con un entorno social de inestabilidad política.

En el mundo hay unos 3.4 millones de venezolanos, de los que 2.7 millones se concentran en América Latina y el Caribe, según una plataforma regional integrada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la OIM.

La plataforma, que responde a una solicitud del Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), busca “abordar las necesidades de protección, asistencia e integración tanto de los refugiados como de los migrantes venezolanos en Estados afectados de América Latina y el Caribe”.

En 2018 el producto interno bruto (PIB) de Venezuela se redujo “por quinto año consecutivo, un 15%, lo que supone una contracción acumulada del 44.3% respecto al PIB de 2013”, de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Deplora que desde noviembre de 2017 la economía venezolana presenta tasas de inflación mensuales mayores al 50%.

“Para 2019, de mantenerse la severa restricción externa que enfrenta el país, se espera una nueva caída del PIB (-10.0%), una inflación creciente, un cuantioso aumento de los agregados monetarios y una depreciación significativa de la moneda”, planteaba en diciembre, antes de que la crisis política se agudizara con la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino, frente a Nicolás Maduro, desconocido por varios países.

La OIM lanzó en Ginebra, Suiza, el Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes (RMRP, por su sigla en inglés), con el objetivo de coordinar respuestas, a las necesidades de los venezolanos en movimiento y a su inclusión social y económica en las comunidades que los reciben.

Conforme a la organización: “si bien los venezolanos han estado abandonando su país durante años, estos movimientos aumentaron en 2017 y se aceleraron aún más en 2018”. Estima que “un promedio de 5,500 personas han estado abandonando el país cada día en 2018”.

Calculó que para 2019 la plataforma requiere de US$738 millones para desarrollar un plan en favor de 2.7 millones de personas en 16 países, de las cuales 2.2 millones son venezolanas, y a otras 500,000 de las comunidades de acogida.

Características en RD

Tomando en consideración que la Oficina Nacional de Estadística (ONE) calculó en 25,872 los venezolanos en República Dominicana para 2017, la OIM entrevistó, con la supervisión de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), a 761 venezolanos (54% mujeres) en octubre y diciembre de 2018.

Las entrevistas, aplicadas en 12 provincias, arrojaron que el 88% de los venezolanos que residen en República Dominicana constituyen una “Población Económicamente Activa (PEA)”.

La OIM resalta que su situación de acceso a servicios básicos se asemeja a la de la población dominicana que vive en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Un 87.5% de los venezolanos consultados manifestó que “no tiene dificultad para acceder a alimentos”, aunque el restante 12.4% admitió que confrontaba problema.

Recuerda que el acceso a salud en el país se garantiza mediante la adquisición de seguros privados o para los empleados y que, en el caso de los inmigrantes de Venezuela, se limita debido a que su condición migratoria irregular le impide acceder al mercado de trabajo con un empleo formal. “Como resultado el 76.7% admite no tener acceso al sistema de salud y un 22.9% si puede acceder”, indica.

La investigación arroja que un 96% de los entrevistados cuentan con niveles educativos entre secundaria, técnica, profesional y postgrado. En ese sentido, desglosa, que el 40% tiene un nivel educativo secundario. Mientras, el 30% de los entrevistados cursó estudios universitarios, el 26% técnicos, el 2.1% postgrado y el 1.8% logró un nivel primario.

“Estos datos demuestran que el venezolano tendría facilidad de inserción en el mercado laboral”, afirma la OIM, aunque advierte que “se está vinculando en labores de baja calificación”. Mientras, afirma, “la economía dominicana pierde parte del capital humano que esta población inmigrante oferta”, dice.

Fuente: ElDinero

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Por Economía